El imán de Ripoll Abdelbaki es Satty era el cerebro de los atentados terroristas y pretendía inmolarse en los ataques. Hoy lo han ratificado los testigos que han declarado en la tercera sesión del juicio por los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils el 17 de agosto del 2017.

Entre los testigos que han declarado están los mossos d'esquadra que tomaron declaración a los primeros detenidos, entre ellos los acusados Mohamed Houli, Driss Oukabir y Said ben Iazza.

Según los relatos que han hecho los testigos respondiendo a las preguntas de la Fiscalía y las defensas, Es Satty pretendía inmolarse durante los ataques. Sólo él. Lo ha dicho uno de los agentes que tomó declaración a Mohamed Houli, uno de los supervivientes de la explosión de Alcanar, a quien se detuvo mientras estaba ingresado en el Hospital de Tortosa. Allí mismo, a las 5 de la madrugada del 18 de agosto, después de los dos atropellos mortales, Houli admite que el imán pretendía inmolarse, pero que no tenía conocimiento de que hubiera más integrantes de la célula que tuvieran este propósito.

También han declarado los agentes que detuvieron a Driss Oukabir camino de la comisaría de Ripoll. Oukabir explicó que el imán era el cerebro de los atentados. Una versión que ha confirmado el otro policía que hizo la detención.

 

Los agentes han relatado cómo se hizo la detención del acusado Driss Oukabir. Estaba andando a 200 metros de la comisaría de Ripoll cuando, al ver a los agentes, "empezó a decir 'yo no he hecho nada'", después "dio dos o tres pasos atrás y estaba muy a la defensiva" y, al pensar que se podía ir, los mossos le pusieron las esposas "haciendo fuerza para coger las manos porque no colaboraba". Oukabir, que habría alquilado alguna de las furgonetas y mantenido una presencia habitual en la casa de Alcanar, tenía como contraseña del móvil "Alá es grande" en árabe, según han explicado los investigadores, un elemento que para el juez es "una cuestión de creencia" no relevante.

"Le dijimos que levantara las manos y la camiseta y se tumbara al suelo y no reaccionaba. Lo tumbamos al suelo porque no hacía caso y por seguridad", ha explicado una agente en la tercera sesión del juicio. "Estaba sorprendido de vernos", ha indicado la agente, que ha apuntado que no se dirigió a los mossos para entregarse, aunque lo encontraron a 200 metros de la comisaría, en el paseo de la Farga Catalana de Ripoll.

La tercera sesión

La sesión de hoy ha acabado dejando por ver a todos los testigos previstos para este jueves. Y todavía faltan los del martes.

El presidente ha decidido habilitar mañana como día de vista. La sesión se reanudará, para sorpresa de todas las partes, que se lo han encontrado al final de la vista de hoy, mañana a las 10h.