Los expresidentes del Parlament, Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert, han expresado hoy en la Cámara catalana su apoyo a la presidenta Carme Forcadell y a la soberanía de la institución que representa. Lo han hecho en un acto solemne acompañados del president, Carles Puigdemont, que se ha encargado de cerrar los parlamentos, y del Govern prácticamente en pleno, así como de una amplia representación de diputados tanto de la actual legislatura como de anteriores y de representantes de las entidades soberanistas.
El objetivo era replicar a las querellas contra la presidenta y los miembros de la Mesa Lluís Corominas, Anna Simó y Ramona Barrufet, querellados por apoyar votaciones en el pleno relacionadas con el procés. Todos ellos ocupaban la primera fila del acto, con el secretario de la Mesa Joan Josep Nuet, al que la fiscalía ha dejado fuera de la querella por su trayectoria política no independentista. A lado de todos ellos, el expresident el expresident Artur Mas, la exconsellera Irene Rigau y el exconseller Francesc Homs, los tres con condenas de inhabilitación que en el caso del exconseller de Presidencia se ha hecho ya efectiva.
Intromisión intolerable
La expresidenta Gispert se ha encargado de leer un manifiesto de apoyo bajo el título Respetad nuestras instituciones. "Consideramos una intromisión intolerable la presentación de las querellas presentadas. Pedimos respeto por la principal institución política y sus representantes escogidos democráticamente, y no admitimos que por razones políticas se pueda alterar desde instituciones jurídicas la composición de la Cámara, ni que se pretenda inhabilitar a los representantes legítimos de la ciudadanía", advierte el texto.
El documento, que expresa de "manera solemne" el pleno apoyo a los investigados, denuncia que "los intentos de criminalizar actuaciones parlamentarias vulneran el principio democrático de la separación de poderes, y son impropios de un estado miembros de la Unión Europea".
Nunca caminaréis solos
Ha cerrado el acto, Puigdemont que ha advertido que "ninguna democracia se puede permitir inhabilitar el trabajo del Parlament, especialmente aquel que le es propio, debatir, discutir y acordar". "Un parlamento donde no se puede hablar no es un parlamento. Y, si eso pasa, que es lo que está pasando, nos tenemos que comprometer colectivamente, como país con nuestras instituciones. Porque en realidad están intentando inhabilitarnos en todos juntos", ha advertido Puigdemont. Por esta razón ha garantizado a Forcadell y a los miembros de la Mesa: "Nunca caminaréis solos".
Previamente ha intervenido Forcadell, que ha denunciado que "los intentos de criminalizar los debates parlamentarios son un ataque a la bazas de la democracia, como la libertad de expresión y la separación de poderes". La presidenta, visiblemente emocionada, ha garantizado que todos los miembros de la Mesa estarán "a la altura del momento histórico" para defender los derechos de los catalanes y garantizar que se escuchen las voces de los miembros de la Cámara.
El acto ha sido conducido por el expresident Benach y ha contado con la participación de los periodistas Jose Antich, director de El Nacional, y Mònica Terribas, responsable de La Mañana de Catalunya Radio. Antich ha abordado el pulso contra la LOAPA a la que tuvo que hacer frente el Parlament el año 1982 después del 23-F, mientras que Terribas ha evocado el proceso que desembocó en los recortes del Estatut.
