Sobre el pilar de una confianza resquebrajada es difícil apoyar una estrategia sólida, unitaria y monolítica. Junts per Catalunya, Esquerra Republicana -y también la CUP y los comunes- discrepan en muchos aspectos, pero hay un mínimo común denominador en el cual sintonizan y es que cuando de aquí a muy pocos días se conozca la sentencia del juicio al procés no pueden quedarse de brazos cruzados. Aprovechando el Debate de Política General, estos cuatro partidos han tratado de dejar atrás aquello que los aleja para identificar los puntos compartidos. Evitando entrar en la letra pequeña, hoy han sellado el borrador que guiará la respuesta a la sentencia.

Con el apoyo de los 68 diputados de JxCat, ERC y la CUP y la abstención de los comunes, el Parlament ha acordado y avalado la guía que marcará el paso del independentismo en el futuro más inmediato. Los elementos clave: la defensa de la amnistía como la herramienta imprescindible para conseguir liberar a los presos, el "llamamiento al ejercicio del derecho de manifestación, libertad de expresión, movilización y protesta, siempre por las vías pacíficas, cívicas y democráticas" y la reivindicación del derecho de autodeterminación.

Así lo expresa la propuesta de resolución conjunta presentada y aprobada por las formaciones independentistas, un documento que, sin éxito, Cs ha impugnado en la Mesa del Parlament para intentar tumbarla y que no llegara a poder votarse.

Sea como fuere, en la solución consensuada este jueves no se entra en más concreciones. Así, más allá de hablar de movilizaciones no se explicita qué forma tendrían que tomar, si por ejemplo se optará por un paro de país, una huelga general, una manifestación masiva o todo a la vez. Tampoco se explican los pasos a seguir para llegar a la amnistía.

La CUP, en cambio, sí que ha entrado más en el fondo de esta cuestión en una propuesta de resolución propia que también ha sacado adelante con los votos favorables de JxCat y ERC. Se manifiesta que la amnistía tendrá que anular todas las causas judiciales impulsadas contra personas procesadas, juzgadas, detenidas o encarceladas por defender derechos políticos, sociales o civiles, desde el derecho a la autodeterminación hasta el derecho a huelga. Además, se afirma que esta misma amnistía también tendrá que servir para reparar los daños causados a los represaliados y perseguir "a los responsables de la represión".

Desobediencia civil e institucional y diálogo

Los anticapitalistas han conseguido aprovar gracias a la complicidad de JxCat y ERC su iniciativa que plantea un gran acuerdo político en la cual se afirma que la desobediencia civil e institucional son "instrumentos legítimos" y que ratifica la declaración de soberanía aprobada al inicio de la pasada legislatura y anulada por el Tribunal Constitucional.

En otra de las propuestas aprobadas, impulsada conjuntamente por los socios de Govern, se insta a seguir manteniendo la voluntad de diálogo con el Estado español. 

La vía comunes: diálogo y "mecanismos efectivos" para liberar a los presos

Como según el reglamento, las propuestas de resolución se tienen que votar íntegramente y no se puede pedir trocear la votación, los comunes han optado por abstenerse en la propuesta de amnistía de los independentistas porque no la comparten al 100%. Los de Ada Colau comparten el grueso del redactado, pero discrepan de la apuesta exclusiva por una amnistía que a pesar de defender ven improbable, porque requeriría como mínimo del aval del PSOE. Consideran necesario abrir el abanico y no excluir ninguna opción.

Por eso, Catalunya en Comú ha presentado su propia propuesta para reaccionar a la sentencia, que ha prosperado porque ha contado con el apoyo de JxCat, ERC y la CUP. Se trata de un escrito breve, de dos puntos, que "reitera su compromiso con la defensa de los derechos y las libertades y el rechazo a la judicialización de un conflicto político que sólo se podrá resolver por vías democráticas y dialogadas" y "manifiesta la necesidad de alcanzar la libertad de los líderes independentistas utilizando los mecanismos jurídicos y políticos más efectivos para conseguir este objetivo". Sin más concreciones. A pesar de no incluirlo en su propuesta, los comunes han apuntado ya en público que su receta pasa por una reforma del delito de rebelión en el Código Penal y verían con buenos ojos un indulto.