El juzgado de instrucción número 5 de Barcelona ha admitido a trámite un escrito de los abogados Francesc Jufresa y Ferran Grasas en que acusan a la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de un delito de prevaricación por|para la suspensión de las relaciones con la ciudad de Tel-Aviv. Según han adelantado elDiario.es y Nació Digital, los autores del escrito valoran que puede existir "antisemitismo" en la carta con la cual la líder de Barcelona en Comú argumentó la decisión. En aquella carta, Colau denunciaba la existencia de crímenes de apartheid.

El procedimiento también salpica al director de cooperación del momento por la firma del informe que justificaba la decisión de romper temporalmente las relaciones con Tel-Aviv. La querella ha sido admitida a trámite, pero de momento solo se ha pedido información al Ayuntamiento de Barcelona.

Ada Colau decidió romper con Tel-Aviv el febrero pasado en una decisión política que levantó mucha polvareda. La decisión supuso dejar en suspendido el acuerdo de amistad que hermanaba Barcelona, Tel-Aviv y Gaza. Este acuerdo era vigente desde el año 1998 bajo el paraguas de los Acuerdos de Oslo. La alcaldesa salió adelante con esta iniciativa sin pasar la cuestión por el pleno municipal, cosa que fue ampliamente criticada por la mayoría de partidos a la oposición.

El alcalde de Tel-Aviv pide restablecer relaciones

El alcalde de Tel-Aviv, Ron Huldai ya ha hecho la petición formal de restablecer las relaciones en una carta dirigida al nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, donde, además de felicitarlo por el nuevo cargo, le pide expresamente que restablezca el acuerdo de hermandad entre las dos ciudades, además de animarlo a "profundizar y fortalecer" los lazos entre las dos ciudades, que quedaron estropeados por la decisión de Colau de romper el acuerdo. Huldai también aprovecha la ocasión para invitar a Collboni a visitar Tel-Aviv y ha mostrado su disposición para "ayudar, aconsejar e intercambiar ideas" que permitan mejorar las vidas de los ciudadanos de las dos ciudades.

Colau anunció, el 8 de febrero pasado, la suspensión temporal de todas las relaciones con el estado de Israel, incluido el acuerdo de hermanamiento con la ciudad de Tel-Aviv en una decisión tomada por decreto de alcaldía y que iba acompañada de una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en que lo informaba de la decisión. Según la carta que Colau dirigió a Netanyahu, varias entidades internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la asociación israelí B'Tselem "habían denunciado que las prácticas del Estado de Israel contra la población palestina pueden constituir crímenes contra la humanidad de apartheid y persecución".

Asimismo, recordaba que el Parlament de Catalunya aprobó una resolución que calificaba "las prácticas de ocupación israelíes como equivalentes al apartheid". Por eso, Colau aseguró que no puede permanecer "impasible ante la vulneración sistemática de los derechos básicos de la población palestina", porque sería "un grave error aplicar una política de trato desigual y cerrar los ojos ante una vulneración ampliamente constatada y documentada por organismos internacionales desde hace décadas".