La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se ha descartado públicamente como candidata a presidir el Parlament. Lo ha hecho saber a través de un tuit después de que ayer trascendiera su candidatura y en respuesta a la información publicada por El Nacional en el sentido que la designación de los cargos del grupo parlamentario de Junts pel Sí están pendientes de la decisión de ERC sobre el papel que asumirà la número dos del partido.
No hi doneu més voltes: el meu nom no ha estat mai sobre la taula per a ser Presidenta de res. https://t.co/JJqFwKZANz
— Marta Rovira Vergés (@martarovira) octubre 7, 2015
El pacto entre convergentes y republicanos para constituir la lista conjunta el 27-S prevé que la presidencia de la Generalitat le corresponde a CDC mientras que a ERC le toca la del Parlament y, por lo tanto, es la formación republicana la que tiene que designar al candidato. En el momento en que se planteó la candidatura de Rovira para presidir el Parlament, desde CDC se advirtió que históricamente ha habido un acuerdo tácito de que la persona que ocupa la presidencia de la Cámara no ostenta la dirección de ningún partido. No existe ninguna incompatibilidad formal pero se considera que la presidencia tiene que preservar su papel institucional, y el hecho de ocupar la dirección de un partido hace casi imposible mantener la equidistancia que requiere el cargo. Es decir, que si Rovira quería presidir el Parlament tendría que renunciar a la secretaría general de ERC. Hasta ahora se había dado prácticamente por seguro que Rovira sería la portavoz del grupo parlamentario de Junts pel Sí y, de hecho, todavía no se descarta que sea el papel que acabe asumiendo. Entre los nombres que se barajaban para representar a ERC en la Mesa había Anna Simó, dado que la exconsellera de Bienestar y Familia conoce muy bien los mecanismos y la dinámica parlamentaria después de haber ocupado la vicepresidencia primera la última legislatura.
Reparto pendiente
El reparto de los cargos queda, pues, pendiente de los republicanos. Hasta el punto que si no hay una decisión en las próximas horas, JxSí no podrá utilizar, tal como pretendía, la reunión de sus parlamentarios prevista a las 10 de la mañana para nombrar al presidente del grupo y al portavoz. Una vez que Rovira ha descartado públicamente ocupar la presidencia de la Cámara, falta por saber si su funció será la de portavoz de Junts pel Sí, tal y como se había planteado en un principio, o un cargo en el ejecutivo. De momento, el orden del día de la reunión no se ha hecho público y, en el caso de que no sea posible nombrar a los dos principales responsables del grupo, se dedicará sólo a orientar a los diputados nuevos sobre los mecanismos parlamentarios. CDC y ERC tienen, pues, hasta las diez de la mañana de este jueves para decidir si cierran o no la cúpula del organigrama parlamentario. Convergència sí tiene claro a su candidato a presidir al grupo parlamentario, que será Jordi Turull, mientras que Lluís Corominas, vicepresidente segundo de la Cámara en la última legislatura, será el principal representante convergente en la Mesa. Junts pel Sí cuenta tener en la Mesa, aparte de la presidencia y una vicepresidencia, dos de las cuatro secretarías. No obstante, la composición de este órgano de dirección del Parlament acostumbra a ser resultado de un pacto entre los grupos. El plazo para la constitución de la Cámara – y, por lo tanto, de la Mesa – no se agota hasta el 26 de octubre, lo cual quiere decir que JxSí tiene todavía unos cuantos días para decidir el papel que tendrá que tener cada uno.