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El candidato a presidir la Generalitat de Junts pel Sí es Artur Mas. Así lo acordaron CDC y ERC con las entidades soberanistas y así se mantiene ahora. Este es el mensaje que JxSí ha querido enviar a las CUP, después de que los 10 diputados que lidera Antonio Baños hayan condicionado su apoyo al Parlamento al hecho de que Mas no sea el presidenciable.

JxSí ya ha organizado una comisión negociadora con tres representantes de las partes que integren la candidatura (CDC, Òmnium, ERC y ANC). Este comité se encargará de negociar "con la màxima discreción" con la CUP la posibilidad de formar gobierno i aclarar la hoja de ruta soberanista que se tramitará en el Parlament.

La consigna a los integrantes de JxSí y a sus caras més visibles es "no salir en tromba" contra la resistencia de la CUP a investir Mas com Presidente.

Investir a Artur Mas “es la propuesta y la llevaremos a cabo”, ha asegurado Raül Romeva en el Born Centre Cultural. El número uno de JxS ha comparecido este lunes con el propio Mas y Oriol Junqueras, así como de otros miembros de la candidatura, entre ellos los jefes de lista por Lleida, Girona y Tarragona. Romeva intervenía después de que el mismo Mas fuera interpelado acerca de su investidura.

El líder de CDC ha asegurado que ahora el objetivo es sacar adelante el proceso y que el resto de asuntos nunca serán tan prioritarios.

Estas palabras del presidente han dado pie a que se interpretara como una señal de su disposición a dar un paso atrás.

Pero no. CDC no está dispuesta a renunciar a su candidato. Artur Mas es quien ha liderado este proceso desde las filas nacionalistas, hasta el punto de ser objeto de una querella por parte del Estado, y su partido no tiene ninguna intención de retroceder en la propuesta con que ha contribuido a estos comicios.

Tampoco ERC tiene intención de echarse atrás en su acuerdo. Así lo aseguran sus responsables y así lo ha manifestado públicamente el portavoz, Sergi Sabrià, a media mañana, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva republicana.

Mas no puede ser investido presidente sólo con los 62 diputados de Junts pel Sí, ya que las formaciones contrarias al proceso suman 63 escaños. Eso quiere decir que no es suficiente la abstención de los 10 diputados de las CUP para garantizar la designación. Hace falta que al menos dos diputados cuperos voten a favor.

Junts pel Sí es consciente de la dificultad que representa negociar con las CUP, pero también de la presión que recaerá sobre la formación de izquierda anticapitalista e independentista. El objetivo es que el proceso siga adelante. “Tenemos un gran tema que ha justificado estas elecciones, el resto es adicional”, ha asegurado Mas.

Con información de Quico Sallés