Hoy hace dos años que la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela envió a la prisión a todos los consellers del Gobierno Puigdemont que se presentaron a declarar. Sin ninguna excepción, sólo la de la fianza para Santi Vila, se imponía la prisión provisional, que para Oriol Junqueras y Joaquim Forn ha sido ininterrumpida y se ha enlazado con la sentencia.

Junqueras y Forn son los únicos que no han salido de la prisión después de aquel 2 de noviembre del 2017. El resto quedaron en libertad provisional el mismo día que empezaba la campaña electoral del 21-D, el 4 de diciembre. El 21 de diciembre del 2017 los dos iban en las listas electorales, Junqueras como candidato de ERC y Forn por Junts per Catalunya, aunque el conseller de Interior posteriormente renuncia a su acta de diputado como muestra de que no habrá reiteración del delito. Los dos se pasan la campaña en prisión y compartieron celda en Estremera. Rac1 consigue entrevistar a Junqueras el 18 de diciembre vía una de las llamadas diarias que puede hacer el líder de ERC. Se le oía la voz por primera vez en un mes y medio.

Y el mes de julio del 2018, ya con el cambio de gobierno en el estado español, los trasladaron a la prisión de Lledoners.

Forn ha sido el único preso político para el cual la fiscalía renunció a pedir prisión en uno de los recursos. Y lo hizo por imposición del fiscal general del Estado. Llarena tuvo bastante, sin embargo, con la acusación popular de Vox, y lo mantuvo entre rejas.

Así fue la declaración en la Audiencia Nacional de aquel 2 de noviembre de Oriol Junqueras.

 

 

Dos años después están condenados a 13 años por sedición y malversación Oriol Junqueras, y a 10 años y medio por los mismos delitos Joaquim Forn. La sentencia es dura especialmente con Junqueras, que es quien ha tenido la máxima pena de prisión de las condenas. La sentencia le hace "coordinador general de toda la actividad de planificación y organización del referéndum". Le hace responsable de promover y participar activamente en la aprobación de la ley del 6 de septiembre que regulaba el referéndum y la de la ley de transitoriedad jurídica, y de firmar la convocatoria del referéndum. A Junqueras le acusan de enviar la carta a todos los alcaldes pidiendo la cesión de los centros de votación.

Oriol Junqueras

El Tribunal Supremo basa la acusación contra Junqueras en el riesgo que había, y que él conocía, de enfrentamiento de radicales contra la policía. Y detalla las reuniones que tuvo Oriol Junqueras como vicepresidente del Govern con los comisarios de la prefectura de los Mossos, con el mayor Josep Lluís Trapero al frente.

Según relata la sentencia, una vez acabada la reunión, Carles Puigdemont manifestó que "si el día 1 de octubre se desataba la violencia, declararía la independencia. La voluntad sediciosa del acusado Sr. Junqueras y la representación de estos graves incidentes se infiere con facilidad". El tribunal "no da crédito a la versión del acusado, que declaró que la conclusión que él sacó de aquella reunión y de la información enviada era que no había nada que hiciera prever que sucedieran cosas diferentes a las que ya habían pasado hasta el momento. Era imposible un escenario de violencia —argumentó— teniendo en cuenta la experiencia previa de movilizaciones pacíficas". Junqueras recordó en su declaración en el juicio que "la propia sociedad había activado mecanismos concretos para asegurar el compromiso de no violencia con una intensa actividad de las entidades sociales, que organizaron servicios de orden e hicieron llamamientos concretos a la ciudadanía.

El Supremo se refiere al "mensaje reiterado y conscientemente enviado a la ciudadanía: defender el referéndum, defender las urnas, resistencia y oposición a los requerimientos policiales," al condenar a Oriol Junqueras.

Junqueras ha cumplido 2 años de los 13 a los que ha sido condenado. Para obtener un permiso penitenciario que le permita salir de la prisión tiene que haber cumplido un cuarto de la condena, que son 3 años y 3 meses. Por lo tanto, el presidente de ERC podrá empezar a salir en enero del 2021.

Joaquim Forn

El 2 de noviembre del 2017, Joaquim Forn comparece durante 2 minutos y se acoge a su derecho a no declarar, a pesar de que sí responde a su abogado, en aquel momento Jaume Alonso-Cuevillas, momento que aprovecha para denunciar el poco margen con que se ha notificado la querella y se les ha citado. Forn niega ya en esta primera declaración la violencia y explica cómo los Mossos le comunicaron que acatarían las órdenes judiciales.

 

 

Igual que a Junqueras, a Joaquim Forn le hacen responsable de la aprobación de las leyes del 6 de septiembre en el Parlamento de Catalunya. En la sentencia se hacen constar los llamamientos públicos a la movilización ciudadana y para proteger los centros de votación que hizo mediante entrevistas, actos públicos y en las redes sociales.

Forn era el conseller de Interior y tenía bajo su mando a los Mossos d'Esquadra. En la sentencia se le hace responsable de dar órdenes al mando de los Mossos, el 20-S, para que aceptara la intervención de Jordi Sànchez.

En la sentencia se argumenta la condena de Forn, que era el jefe político de los Mossos, porque ordenó un comportamiento policial que "permitiera simular su aparente cumplimiento con el decidido propósito de hacer inefectivas tales legítimas órdenes jurisdiccionales y del fiscal superior". El texto observa que "los Mossos, en la mayoría de las ocasiones, se ven obligados por una aglomeración de personas impermeable a cualquier requerimiento, venga de los agentes o venga de la autoridad judicial, para desistir de su intento de cumplir la orden judicial y tienen que claudicar en su objetivo, de forma vergonzante, resignada o en algunos casos casi complaciente".

Según el tribunal, "han quedado evidenciados episodios de auténtica complicidad y casi connivencia motivada por la coincidencia ideológica o por la seguridad en que de esta manera podrían ganarse el aplauso y el beneplácito de aquellos ciudadanos rebeldes o de los responsables políticos". La sentencia ilustra la mañana del 1-O, cuando los Mossos argumentaron que no podían actuar ante la gran cantidad de gente que había: "En todos los centros de votación se repitió la negativa, verbalizada de forma vehemente en un escenario de rechazo mostrado por un numeroso grupo de personas que bloqueaban la entrada y se mostraban decididos y firmemente determinados a no franquearla, a pesar del requerimiento judicial".

El texto dice que durante el juicio, los testigos demostraron "la colaboración de algunos integrantes del cuerpo de los Mossos d'Esquadra para consumar la votación, hasta el punto que en ciertos casos llegaron a trasladar las urnas una vez culminada la jornada de votación, utilizando vehículos sin logotipos pero que resultaron pertenecer a la conselleria de Presidencia. En otros, permitieron que particulares se hicieran con ellas y se las llevaran".

Forn ha cumplido 2 años de los 10 y medio a los que ha sido condenado. Para obtener un permiso penitenciario que le permita salir de la prisión tiene que haber cumplido un cuarto de la condena, eso son 2 años y 8 meses. Por lo tanto, Joaquim Forn podrá empezar a salir en junio del 2020.