El poder judicial es independiente y Mariano Rajoy un presidente de "confianza". Bajo esta premisa, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, se ha vuelto a poner del lado de la política (y justicia) del estado español y ha rechazado de todas todas llevar a cabo ninguna acción en favor de los 712 alcaldes que fueron citados a declarar por el entonces fiscal general del Estado José Manuel Maza.

Así lo ha hecho evidente en una respuesta a una pregunta hecha por varios eurodiputados, entre ellos los catalanes Ramon Tremosa, Jordi Solé, Josep-Maria Terricabras o Ernest Urtasun, pero también muchos otros de diferentes países, en los que cuestionaban si la CE haría alguna cosa para avalar que España respeta la independencia judicial, así como que qué piensa hacer la institución con respecto a la "persecución política y judicial de alcaldes catalanes elegidos democráticamente".

Juncker ha estado muy claro en su carta de respuesta, escrita este 8 de diciembre, cuando la pregunta se había realizado el 11 de octubre, cuando Maza todavía estaba al frente de la Fiscalía. "La Comisión no tiene indicios que las garantías previstas en el ordenamiento jurídico nacional de España no sean suficientes para proteger eficazmente el Estado de Derecho", ha subrayado en nombre de la CE, al mismo tiempo que ha querido poner de relieve que, como ya habían avisado antes, "consideramos que los tiempos actuales reclaman unidad y estabilidad, no división y fragmentación".

Y no sólo eso. El presidente de la CE reitera por enèsima vez su apoyo al presidente español bajo el argumento que tienen un "absoluto respecto de la orden constitucional español" y, además, insisten no sólo en la confianza hacia Rajoy para "gestionar este difícil proceso garantizando el pleno con respecto a la Constitución española y de los derechos fundamentales de los ciudadanos en ella consagrados, sino también en "las instituciones españolas y todas las fuerzas políticas que están trabajando para encontrar una solución en el marco de la Constitución".

 

El europarlamentario Mark Demesmaeker, visiblemente molesto, ha hecho una interpretación libre de la respuesta de Juncker: "Damos apoyo a la represión de Rajoy y lanzamos por la borda los valores democráticos de la Unión Europea".

Demesmaeker, de hecho, ya ha hablado varias veces sobre la situación en Catalunya e, incluso, fue uno de los observadores internacionales del referéndum del 1-O.