Cuando se acabe el Consejo de Ministros ya será un hecho. Julián Sánchez Melgar empezará los trámites para ser el nuevo Fiscal General del Estado. La propuesta del gobierno español ya está sobre la mesa y ahora se tiene que llevar al Congreso, donde Sánchez Melgar tiene que comparecer antes no sea definitivamente nombrado por el rey.

Mientras tanto, su currículum ya corre por páginas de diarios, radios y televisiones, para tratar de encontrar qué cariz tendrá este nuevo Fiscal General del Estado.

Julián Sánchez Melgar (Palencia, 1955) es magistrado del Tribunal Supremo y el impulsor de la doctrina Parot, la medida que prevé que un preso no salga de prisión antes de 30 años de cumplir los delitos graves y no pueda esquivarlos con beneficios penitenciarios. Es decir, que los beneficios que se apliquen sean sobre cada uno de los diferentes delitos y no sobre la suma total de la condena.

El Tribunal Europeo tumbó esta medida hace cuatro años porque vulneraba los derechos humanos, y con la derogación empezaron a salir algunos presos peligrosos con delitos graves, como violadores, que hacía años que ya habían cumplido la pena completa. Pero en un régimen penitenciario de rehabilitación de los condenados, donde no cabe la cadena perpetua, se hacía difícil explicar la medida drástica impuesta por la doctrina Parot.

Sánchez Melgar es licenciado en Derecho por la Univestitat de Valladolid y doctor por la Universidad de La Corunya. El año 1983 empezó la carrera judicial y en 1987 ascendió a magistrado. Estuvo en Barcelona y después en Santander, donde fue el juez decano y donde acabó presidiendo la Audiencia Provincial de Ávila.

En el año 1999 entra en el Tribunal Supremo, y es aquí donde el año 2006 aplica por primera vez la doctrina Parot, al condenar por terrorismo el francés Henri Parot.