"Decidimos salir como si fuéramos unos vecinos, una pareja de inquilinos, y no tuvimos ningún problema", ha explicado el agente G36994P para relatar la salida de la secretaría judicial de la casa del director general de Patrimoni, Francesc Sutries, en Rubí.

A fuera había gente concentrada pero tampoco hubo problemas con la salida de los detenidos: "Los Mossos hicieron un buen trabajo. Sacamos al detenido Sutries sin problemas".

Y sobre como estaba la gente, a preguntas de la fiscalía el guardia civil ha respondido: "Estaban concentrados y con alguna pancarta, pero no estaban excitados. No vi ningún insulto ni la gente excitada, como en otros lugares".

A las 15 horas de la tarde este mismo agente llega a la sede de Patrimoni en Barcelona, en la Gran Vía. Explica que hay gente pero que no tiene ningún problema para entrar y salir del edificio por el parking.

Vi por primera vez en mi vida profesional el reflejo del odio

El relato de este agente contrasta con el del resto de guardia civiles que han declarado hasta ahora y con el que ha comparecido justamente después, el subteniente H12669K, que ha explicado cómo fue el registro a Unipost, en la sede de Terrassa: "Fue una situación muy desagradable".

"Los Mossos d'Esquadra al final utilizaron un grupo de antidisturbios para hacer espacio para que entrara la comisión judicial", ha explicado, aunque no ha podido concretar si utilizaron la fuerza a pesar de la insistencia del fiscal en sus preguntas.

La salida de los seis vehículos fue dramática, según ha explicado el testigo: "Era una ratonera". Y ha explicado que la gente tenía "la cara enganchada directamente al cristal" de los vehículos, haciendo volver el relato fantástico a la sala. "Había una proximidad extrema de la gente que había allí", ha proseguido. Para abrir paso y que el convoy no quedara atrapado los Mossos salieron de los vehículos para apartar las vallas que cerraban el paso.

"Desde los Mossos se trabajaba para que no llegara a pasar eso", para que la Guardia Civil no quedara atrapada por la masa, ha dicho aclarando también dos veces que "no soy especialista en control de masas". Y ha acabado las preguntas del fiscal con uno contundente: "Vi por primera vez en mi vida profesional el reflejo del odio".

Y después ha dicho: "Realmente en nuestro vehículo no impactó nada". Y lo ha rematado con la frase: "Nos insultaban y nos lanzaban claveles".

Ante estos hechos tan "dantescos" Jordi Pina le ha preguntado si tuvo que ir al psicólogo después y ha dicho que "no", que "está acostumbrado a estas situaciones", lo que se contradice con la dramática escena de la "cara de odio".

Yo no había visto nada igual en mi vida

Entre los guardias civiles que han relatado cómo fue el registro en Unipost, el S00885Q ha proseguido con el relato del miedo: "El letrado tendría miedo", ha dicho, y ha detallado que iba con la cara tapada. Y sobre la concentración que había fuera ha añadido que "no había visto nada igual" en su vida.

Entre las 8 y las 9 de la mañana empezó a llegar la gente y se cortó la calle "en los dos sentidos". El agente ha explicado que la manifestación "increpó absolutamente y siempre a las fuerzas que estaban "interviniendo". "Insultos, amenazas, cánticos, grabaciones de todo tipo; pusieron una cámara ante el parking. Ya no sabíamos cómo escondernos", ha añadido.

Como el testigo anterior ha dicho que aquello era "una trampa para ratones". Ha explicado que abrieron una zanja y que fue la policía local quién puso unas maderas para que pudieran salir las fugonetes con el material.

Os mataremos

A medida que ha ido avanzando la mañana el relato se ha ido exagerando hasta el punto que uno de los conductores de las furgonetas que llevaba el material electoral de Unipost ha dicho que entre las amenazas y gritos que daba la masa concentrada en la puerta los dijeron: "Os mataremos", lo que ha provocado la cara de estupefacción del abogado Jordi Pina.

Este mismo agente ha repetido la frase del día, "la cara de odio", y ha añadido otro detalle: les escupieron.

Aragonès y el Banco Catalán

La sesión se ha abierto con el guardia civil que registró el despacho del director general de Patrimonio, Francesc Sutries. El agente H77877T, de palabra fácil, ha implicado hoy al vicepresidente Pere Aragonès.

Ha magnificado la documentación que se requisó tanto en casa de Lluís Salvadó como el despacho de Sutries. El relato del policía ha sido nuevamente novelado: "¿Una vez se declarara la independencia como podían sobrevivir? Había muchísima documentación. Facturas de viajes al extranjero de Pere Aragonés y Lluís Salvadó. Aragonès buscaba financiación internacional y la creación del Banco Central de Catalunya y Salvadó buscaba ingresos vía la Agencia Tributaria propia".

También ha explicado que la agencia no estaba a punto para empezar a operar una vez declarada la independencia, pero que sí habían adquirido un programa en IBM para "empezar a recaudar los impuestos del sector público catalán" y que se pedían 11.000 millones de financiación en China.

La tesis Van Den Eynde

El guardia Civil G36994P, que también registró la casa y el despacho de Sutries por los delitos de "sedición, malversación y desobediencia", ha dicho confirmando la tesis de Andreu van den Eynde. Y es que el abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, que también representa a Josep Maria Jové, siempre ha defendido que se empezó a investigar todo el independentismo, como una causa general, ya desde el 2016.