Juicio exprés, con dos protagonistas acostumbrados a la retórica y sin mirarse a la cara. Así ha ido la vista entre Oriol Pujol y Carina Mejías por el mensaje al móvil que el exdiputado de CIU envió a la concejala de Ciudadanos después de que pidiera una comisión de investigación por las adjudicaciones de una empresa municipal de Barcelona que supuestamente beneficiaban a la familia Pujol.
El mensaje de Pujol, "Sabía que eras una persona retorcida. Eso te dará malvivir. Cuídate", fue tomado como una amenaza por Mejías y como una manera de intentar perturbar la acción política y evitar que se siguiera investigando", y así lo ha declarado en el juicio a la concejala de C's.
En cambio, Pujol ni recuerda el mensaje ni lo tiene guardado, aunque ha admitido haberlo enviado. El exdiputado ha argumentado que él sólo "dio la opinión a una persona que conoce hace años", y ha entrado en detallar cómo conoció a su marido, "que es militar", ha añadido.
Los dos mantenían la relación habitual de los portavoces de los grupos, pero Mejías ha remarcado en la salida del juicio que era una relación profesional, en ningún caso personal.
Las dos versiones se han contrapuesto en un juicio que el abogado de Pujol ha calificado de innecesario y motivado por razones espurias". Para Pujol, pedir la comisión de investigación fue "una dinámica muy retorcida. Todos los grupos votaron en contra".
Y mientras Mejías exponía que se sintió "perturbada" y "presionada", Pujol ha mantenido que "si hubiera buscado presión, probablemente se hubiera tenido que hacer antes de cualquier planteamiento o iniciativa".
5.000 euros, porque los puede pagar
El abogado de Carina Mejías pide 5.000 euros de indemnización por daños morales. Argumenta que Oriol Pujol los puede pagar. Que "tiene una situación económica bastante alta" y que "es público y notorio que la capacidad del señor Pujol es bastante elevada".
La defensa de Oriol Pujol pide la libre absolución. Durante su alegato ha expuesto la cantidades de mensajes mucho más graves que se publican en las redes sociales y que no acaban en los juzgados.