El juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional ha concedido al extesorero del PP Luis Bárcenas el tercer grado penitenciario, que le había sido denegado el 31 de julio del año pasado. En aquel momento, el juez desestimó la petición de Bárcenas, que ha cumplido más de la mitad de la pena impuesta (fue condenado a 29 años de prisión en su primer juicio del caso Gürtel, pero con un cumplimiento máximo de 12). En este momento, el juez consideró que no se daban "las características personales y penitenciarias que permitían una vida en semilibertad en atención a la versatilidad delictiva, gravedad de los hechos y lejanía en fechas de cumplimiento", según el acto.

Hasta ahora, Bárcenas estaba en un régimen de semilibertad que le permitía salir para ir a trabajar y dormir en el centro de inserción social (CIS) Victoria Kent de Madrid. El extesorero del PP disfruta de permisos desde marzo de 2021 y ha participado en un programa de reinserción de delincuentes económicos. Precisamente el mismo día que le fue denegado el tercer grado a Bárcenas, el juez concedió la semilibertad a su esposa, Rosalía Iglesias, condenada a casi trece años por el mismo caso.

Aunque la nueva clasificación no le supondrá, por lo tanto, cambios en este horario ―a no ser que el centro decida aplicarle después de su paso a tercer grado el control telemático mediante la instalación de una pulsera, por lo cual ya no tendría que ir al centro ni a dormir―, la decisión del departamento de Fernando Grande-Marlaska sí que le supondrá otras mejoras a corto y medio plazo. Por ejemplo, podrá disfrutar de 48 días de permiso al año frente a los 36 días actuales. Además, a partir de septiembre, estar en tercer grado le permitiría aspirar a la suspensión de la pena y, con eso, a la libertad condicional.

El mes de enero de 2023, ahora hace poco más de un año, el juez concedió la semilibertad a Bárcenas. El exsenador popular estaba hasta ahora autorizado a salir entre las 7:30 de la mañana hasta las 23:00 horas, además de poder pasar los fines de semana y los festivos en su casa. Estas condiciones las consiguió gracias a poder justificar delante de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que tenía un trabajo como contable en una empresa de su hijo, cantante y líder del grupo musical Taburete. Además, Bárcenas también estaba apuntado como voluntario en un comedor social regentado por una orden religiosa.