Entre Juan Carlos I y Corinna Larsen hay un complejo cubierto de telarañas de asuntos y negocios que van viendo la luz poco a poco con el paso del tiempo. Hace tiempo se supo la generosa donación del rey emérito a su amiga el año 2012, ni más ni menos que 65 millones de euros. Una cantidad que el rey no planeaba que se quedara indefinidamente en los bolsillos de Corinna. Según publica El Confidencial, Juan Carlos I se reunió en Londres con su amante el año 2014 para reclamarle que le devolviera aquellos millones que le había dado hacía dos años. No se pusieron de acuerdo y el encuentro va acabando siendo muy hostil.

El contexto en que se produjo esta reunión entre Borbó i Larsen es fundamental para entender cómo acabaron las cosas entre los dos. El año 2008, Arabia Saudí hizo una donación de 65 millones de euros al entonces rey de España, Juan Carlos I. Esta donación levantó polvareda casi diez años después a Suiza, lugar donde el rey español guardaba este dinero y tenía un extenso entramado financiero. Finalmente, sin embargo, la justicia suiza archivó el caso del emérito. Pero unos años antes, estos 65 millones saudíes habían sido un dolor de cabeza por Juan Carlos, en otro sentido.

Después de que en el 2012 el emérito sufriera la famosa caída en Botsuana, el banco Mirabaud de Ginebra pidió al monarca que cogiera el dinero saudí y los llevara a otra entidad, ya que en aquel momento todos los focos estaban puestos sobre el emérito y las posibilidades que trascendiera la existencia de la cuenta opaca de Borbón preocupa a la entidad. Ante la urgencia, Juan Carlos acabó pedido a Corinna que guardara su dinero. La amiga del emérito aceptó, pero con condiciones: quería que el traspaso del dinero fuera declarado legalmente como una donación para que en el futuro no se la pudiera investigar por ningún crimen.

Una cita hostil

Los primeros meses que Corinna tuvo en sus manos el dinero de origen saudí, todo fue bien. Sin embargo, Juan Carlos empezó a pedir que los utilizara para pagar sus gastos personales. Ante el peligro de pagar los gastos del rey y acabar cometiendo algún delito fiscal, la amiga del monarca se ahogó y aquí empezaron los problemas.

Según relata El Confidencial, el 16 de septiembre de 2014 en un lujoso hotel londinense se produjo una tensa reunión entre los dos. Aquella mañana, Borbón se había elevado de Torrejón de Ardoz en las 11 hacia un aeropuerto militar británico. El hotel en que se va para que se encontraran, The Connaught, tiene cinco estrellas, un precio estándar de 1.000 euros por una habitación y un restaurante con la privacidad que el emérito necesitaba para tratar el tema con Corinna.

Juan Carlos I pidió a Corinna que, a efectos prácticos, volviera a traspasar los 65 millones de euros a una cuenta opaca al extranjero. Ella se va muestra dispuesta a devolver el dinero, pero exigió que también fueran declarados. El emérito se ahogó en rotundo y la relación de los dos se empezó a resentir, según han expuesto fuentes próximas a aquella reunión. La discusión por el dinero continuó durante meses y el acuerdo entre los dos se acabó desmenuzando hasta el día de hoy.