El jueves el juzgado de lo penal número 11 de Barcelona absolvió a los cinco miembros de la Sindicatura Electoral del 1-O. La sentencia constata que no se acredita que dieran ninguna instrucción u orden ni que se volvieran a reunir después de las providencias dictadas por el TC. Era una resolución judicial esperada, aunque con la experiencia de los últimos años la sombra de duda sobre una posible condena pesaba sobre los académicos.

Solo una absolución en tres años de conflicto político y judicial. La del Mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. Una absolución que hacía pensar que todo podía ser pero que, viendo todos los otros casos como el del Govern de la Generalitat y la Mesa del Parlament, hacían prever lo peor. Finalmente el jueves se dictó la absolución. No es firme. Todavía se puede recurrir. Pero si como pasa como en el caso de Trapero, la Fiscalía quizás ni tan solo presenta el recurso.

A la cabeza de los cinco académicos que formaban la sindicatura electoral que tenía que velar porque el referéndum del 1-O tuviera todas las garantías, había Jordi Matas Dalmases. De fuertes convicciones de servicio a la comunidad, no se negó a supervisar el proceso ni se volvería a negar, por muy mal que lo haya pasado él y toda su familia durante estos últimos tres años y medio de persecución.

Ahora, absuelto, y aliviado, explica a ElNacional.cat cómo lo ha vivido y que supuso, tanto el 1-O, como el hecho de ser parte de la sindicatura electoral.

Jordi Matas Dalmases sindic 1-O - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Os lo esperabais, teniendo en cuenta el contexto político y judicial?

Era esperable desde el punto de vista de argumentación jurídica, lógicamente. Porque tal como ha ido la instrucción de este caso y tal como fue el juicio es que no había manera de condenarnos de nada. El primer día ya dijimos que no habíamos cometido ningún delito. Inicialmente se nos imputaban tres delitos: el delito de malversación, el delito de usurpación de funciones públicas y el delito de desobediencia. Nosotros desde el primer día defendimos que no habíamos cometido ningún delito que eso era simplemente un comportamiento represivo de la Fiscalía y evidentemente en el juicio la fiscal no aportó absolutamente nada. Desde un punto de vista jurídico estábamos convencidos de que no había argumentos para ninguna otra cosa que la absolución. Dicho esto, siempre a la posibilidad de que en este tipo de juicio siempre haya algún tipo de contaminación política. Afortunadamente no ha estado así. Lo esperábamos, pero con la incertidumbre, como es lógico.

¿Desde el 2017 hasta ahora, todos estos años, como los habéis vivido?

Francamente no demasiado bien. Estar bajo presión y pendiente de la instrucción de un caso absolutamente injusto y que no se aguanta por ningún sitio no lo vives bien y sobre todo no lo viven bien nuestros entornos. Nosotros aceptamos el encargo, y estaba la posibilidad de algún tipo de represión judicial, pero nadie se esperaba que esta represión judicial saliera tanto de madre y que afectara a tantos entornos familiares. Se ha vivido mal. Ha habido persecución. Ha habido injurias, calumnias, a las redes nos han dicho de todo, desde la academia hemos tenido alguna reacción contraría, en un inicio había que no solo no nos daban apoyo sino que nos dejaban arrinconados, se nos ha querido marginar. Ha habido esta parte negativa. Pero también tengo que decir que habido una parte muy positiva.

Se nos ha querido marginar

¿Cuál es?

Toda la solidaridad que también hemos ido recogiendo durante estos 3 años y medio y la verdad estamos muy y muy contentos. Y agudo una parte de la academia muy importante que nos ha dado un apoyo explícito. Una parte de la academia catalana y una parte de la academia internacional. Por lo tanto haber conseguido el apoyo de la principal asociación de ciencia política del mundo, que es la americana, y que este apoyo, además, nos lo haya dado con presiones de la asociación española de ciencias políticas pues es un grande qué. Porque la americana no se pone por poco. Se pone solo en casos de vulneración flagrante en derechos de la academia El año que nos lo dio a nosotros hizo solo dos actuaciones más de solidaridad. Una a los emiratos árabes y otra en Hungría. Esta Asociación Americana de Ciencia Política, como la británica que es la segunda y también nos ha dado apoyo, hicieron referencia al precepto de libertad académica. Lo que no puede ser es que a académicos que participan en una sindicatura electoral se les persiga sin ton ni son, sin ninguna argumentación jurídica, solo para reprimir su actividad. Eso también lo tenemos que valorar mucho. Ha habido un movimiento de solidaridad importantísimo y yo estoy muy contento de este movimiento de solidaridad y de los compañeros y compañeras de las universidades catalanas, los claustros, y yo creo que eso también, poco o mucho, ha condicionado. Nosotros eso le explicamos a la jueza el día del juicio. Quisimos poner en valor este apoyo internacional y pienso que se ha tenido en cuenta.

A vosotros os viene a buscar el Govern de la Generalitat. ¿Habéis recibido apoyo político en todo este proceso?

Sí. Hemos recibido apoyo político. Hemos recibido apoyo de los presidentes que habido durante estos tres años y medio. Nos han recibido, nos han dado apoyo. Del presidente del Parlamento anterior también. Hemos recibido apoyo del Parlamento de Catalunya. Hubo una moción en la que se daba explícitamente apoyo en los miembros de la sindicatura electoral que fue votada a favor por Junts per Catalunya, ERC, la CUP y los Comunes. Primero fue una interpelación y después se convirtió en una moción parlamentaria. Y también habido una declaración institucional de lo Ayuntamiento de Barcelona que también da apoyo a los síndicos. Hemos ido recibiendo apoyos. Nos recibió el president Torra, el president Torrent, hemos estado en contacto con partidos políticos. No nos podemos quejar. Tenemos que tener en cuenta que estos partidos políticos ya tienen muchos represaliados para mostrar su solidaridad, nosotras tampoco la hemos pedido explícitamente. Quiero decir que no dan abasto para atender a los miles y miles de personas represaliadas entre ellas, las encarceladas y vinculadas a partidos, o exiliadas y vinculadas a partidos.

La transferencia de conocimiento es devolver a la sociedad todo aquello que a la sociedad te ha dado para llegar a ser profesor universitario, y claro, si además es el Parlament de Catalunya quien te lo pide...

Jordi Matas Dalmases sindic 1-O - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Lo volveríais a hacer? ¿Volveríais a decir que sí si volvierais a recibir ahora la llamada?

¡Y tanto! Sin ningún tipo de duda. Sí, porque nosotros seguimos siendo académicos. Ya le dijimos al juez también: No renunciaremos a nuestra condición de académicos. Y por lo tanto, nuestra condición de académicos incluye, también, no solo docencia sino también, lo que se dice, transferencia de conocimiento. Es decir, que si una institución te pide colaboración y que lo ayudes por tu experiencia y pericia en un determinado ámbito, pues, lo tienes que atender. La transferencia de conocimiento es devolver a la sociedad todo aquello que a la sociedad te ha dado para llegar a ser profesor universitario, y claro, si además es el Parlament de Catalunya quien te lo pide...  Y si también te lo pide el Govern de la Generalitat, y si también ves que hay un porcentaje muy elevado de la población, se decía un 80%, que quería hacer un referéndum a Catalunya porque defendían este pleito de decidir en Catalunya, entiendo que nosotros formábamos parte de una sindicatura electoral que tenía que velar por las garantías, por la objetividad y la transparencia de un referéndum. No hay nada mal hecho y es una obligación que tenemos como académicos. Lo volveremos a hacer, sin ningún tipo de duda.

¿Cómo vivisteis el 1-O?

Nosotros aquel día, como cualquier persona que estaba del referéndum, nosotros estábamos atónitos viendo algunas imágenes y después esperando una jornada altamente participativa y esperando que la jornada fuera bien y acabara bien. Nosotros siempre hemos dicho que estuvimos en contacto inicialmente con los observadores internacionales. Hicimos un seguimiento. Los observadores internacionales dijeron cuatro cosas que son importantísimas. La primera cosa que dijeron es que de su larga experiencia observante procesos electorales por todo el mundo, no habían visto nunca un estado que pusiera tantos obstáculos a las garantías de un referéndum; Segunda cosa, no habían visto nunca, nunca en la vida, un estado que reprimiera de una manera tanto salvaje el derecho a participación, y la jornada participativa, de un referéndum. Quedaron atónitos cuando vieron las imágenes de la mañana de la Guardia Civil y la policía nacional española repartiendo a tordo y a derecho e impidiendo que la gente fuera a votar; Nunca habían visto tampoco un pueblo que defendiera con tanta dignidad los colegios electorales de la represión policial. Probablemente fue el acto más heroico de su vida. Nunca sueltan visto una defensa civil, pacífica, se digna del pueblo defendiendo urnas, votos y el derecho a participación; Cuatro, este es un referéndum que está hecho en unas circunstancias muy precarias, de mucha represión y no se han podido desarrollar todos los estándares internacionales de validación de referéndums por la represión estatal y policial, pero decían que esta jornada tenía que tener un seguimiento político. Eso no puede quedar en el cajón de la historia. Debe tener un seguimiento político. Yo siempre recuerdo la gente que venía de muchos países con muchas experiencias y que gente que sabía lo que veía, que hicieran estas cuatro consideraciones de aquella jornada me pareció muy significativo.

¿Y ahora qué? ¿Después de la absolución os planteáis alguna acción legal?

Ahora esperamos a ver qué hace la fiscalía. Tiene 10 días para presentar un recurso. Y una vez hayan pasado estos 10 días, seguramente nos volveremos a reunir después de la decisión de que supimos el jueves y ya veremos qué es lo que haremos. Pero seguramente será una decisión colectiva de lo que haremos a partir de ahora.