La defensa del expresidente de Òmnium Cultural Jordi Cuixart, ha respondido en el Tribunal Supremo después del requerimiento del magistrado Manuel Marchena que las partes del juicio para el 1-O se pronunciaran por a revisión de las condenas a raíz de la reforma del Código Penal. En el escrito remitido en la Sala segunda consultado por la ACN, el activista rechaza que se revise su sentencia, al considerar que eso "no reconoce, ni repara, ni establece garantías de no repetición de la vulneración de derechos fundamentales" por parte del Estado español. Por el contrario, Cuixart apuesta por la vía de la justicia europea y que sea esta la que revise las violaciones de derechos sufridos a todos los niveles del procés  independentista. Más concretamente, recuerda que el procedimiento ha supuesto una "vulneración muy grave" de los derechos fundamentales de reunión, libertad de expresión y libertad ideológica defiende del derecho a la autodeterminación sufrida por Cuixart durante la prisión provisional y la posterior condena. Por eso, seguirán el proceso en el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y esperarán que la revisión de la sentencia se haga de oficio, como ya se esperaba y como también harán los miembros de Junts.

Cuixart ignora la revisión del Supremo y apuesta por el TEDH

El escrito, de poco más de cuatro páginas, insiste en que todas las actuaciones de Cuixart juzgadas se encuentran amparadas en el ejercicio legítimo de sus derechos civiles y políticos, haciendo uso en algunos momentos del marco que proporciona la desobediencia civil, y en ningún caso encajaban en la definición del delito de sedición. "Que se declare que estos hechos constituyen un ejercicio de un derecho fundamental más allá del debate estricto de la legalidad penal es una necesidad democrática presente y futura en un contexto donde el propio Cuixart insiste en que lo volveremos a hacer", dice el escrito presentado por Òmnium. El escrito recuerda que todas estas alegaciones fueron ignoradas reiteradamente por la sala segunda del Supremo, a quien "reprocharon falta de jurisdicción e imparcialidad", y es este mismo tribunal quien tendrá que resolver ahora la revisión de la condena, "perpetuando las vulneraciones invocadas". Por todas estas razones, Cuixart mantiene la demanda delante del TEDH con el objetivo que se reconozca y se condene la vulneración de derechos por parte del Estado español y se garantice su reparación y garantías de no repetición.

Antich: "El procedimiento no finalizará en Madrid"

Por su parte, el actual presidente de Òmnium, Xavier Antich, ha asegurado que "la raíz del problema es que el Estado español continúa obcecado y se niega a reconocer que vulnera los derechos más fundamentales para perseguir la disidencia política en nombre de la sacrosanta unidad de España". "Seguiremos ejerciendo la desobediencia civil; al Tribunal Supremo solo nos dirigimos para decir que defender la autodeterminación no es ningún delito y hacerle saber que no pararemos hasta conseguir una condena del Estado español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el reconocimiento, reparación y garantías de no repetición de todos y cada uno de los derechos vulnerados," ha sentenciado Antich. Como ya dejó claro la entidad en su escrito de defensa el año 2019, ahora Òmnium reitera: "Por coherencia, por convicción jurídica y por convicción en la defensa de los derechos humanos, estamos convencidos de que, si no se soluciona esta larga lista de graves vulneraciones y se condena Jordi Cuixart, el presente procedimiento no finalizará en Madrid sino en una sala de justicia internacional con la condena de España por vulneración de derechos humanos".