Conjura del independentismo en la movilización masiva contra la cumbre hispanofrancesa. Las entidades convocantes han alertado en la lectura del manifiesto de la convocatoria, en un claro mensaje dirigido a Pedro Sánchez y Emmanuel Macron, que "en los Países Catalanes no hay normalidad sino un conflicto político no resuelto". En esta línea, critican que el presidente del Gobierno y su homólogo francés "pretenden vender una imagen de normalidad", pero "la realidad es tozuda". Por todo ello, sostienen que "una foto provocativa no convertirá España o Francia en estados más democráticos, sino más hipócritas". La lectura del manifiesto ha ido a cargo de Pere Manzanares, teniente de alcalde del ayuntamiento de Elna, y Gemma Pera, represaliada por|para las movilizaciones de apoyo|soporte a Pablo Hasél.

🔴 Manifestación del 19 de enero en Barcelona, DIRECTO | Protesta contra la cumbre hispano-francesa

"El Estado está dispuesto a asumir los niveles más altos de represión y todo el desprestigio internacional", han denunciado desde las entidades independentistas. Tanto el Estado español como Francia, dicen, "no tienen ninguna intención de afrontar democráticamente el conflicto político catalán". En todo caso, reivindican que "la sociedad catalana ha demostrado históricamente su fuerza colectiva" y han sacado pecho que seguirá siendo así "las veces que haga falta". "La única normalidad democrática en los Países Catalanes es la movilización transversal y continua", han apuntalado, impulsada por una "sociedad decidida a defender sus libertades nacionales y a vivir en una república catalana independiente".

"Vulneración sistemática de derechos fundamentales"

Bajo el mensaje de "en los Països Catalans no hay normalidad", el manifiesto ha condenado que hay "una vulneración sistemática de derechos fundamentales, con exiliados y más de 4.200 represaliados para defender derechos democráticos; un estado de la Unión Europea aislado de los derechos humanos, que ignora los principales organismos y tratados internacionales y justifica el espionaje a la disidencia; un estado que pisotea la libertad de expresión; unos estados que atacan sistemáticamente la lengua para dinamitar la convivencia en la escuela o en los consejos municipales". "Dentro de este Museu Nacional d'Art de Catalunya, está el gobierno de un estado que encarcela a artistas", han sostenido.

 

El mensaje que han destacado las entidades, también, es que el Estado español "está acostumbrado a cerrar los conflictos en falso para preservar su unidad". "Ahora también quiere pasar página, por eso, como independentistas y como demócratas, tenemos la obligación de impedirlo", han subrayado. La respuesta ha sido multitudinaria y 30.000 personas han asistido a la movilización contra la cumbre hispanofrancesa, según han cifrado las entidades organizadoras. El lema de la concentración es "Aquí no se ha acabado nada", en referencia a las declaraciones del Gobierno asegurando que "el procés ya se ha acabado" y que "en Catalunya ya hay normalidad".