Candidaturas vetadas, juego sucio, listas negras... Los reproches corren de un lado a otro. El espectáculo público de las candidaturas al Secretariado de la Assemblea Nacional Catalana, con el veto al periodista Antonio Baños, ha mostrado sólo la punta del iceberg de la crisis que vive la entidad soberanista. El proceso electoral para escoger la nueva cúpula ha evidenciado la pugna entre dos proyectos con diferencias sustanciales con respecto a la estrategia, que se traduce en una pugna por el control de la ANC.

Este viernes a medianoche se ha cerrado la votación telemática, y este sábado, de las diez de la mañana a las dos del mediodía, se podrá votar presencialmente. Entre las 135 candidaturas proclamadas, los socios de la entidad tendrán que escoger los 77 miembros del Secretariado Nacional. El siguiente paso será la elección del presidente de la ANC, un cargo ahora vacío después de la renuncia de Jordi Sànchez para ser número dos de JxCat el 21-D. Además, ya hace cinco meses que está en la prisión de Soto del Real. Estos nuevos miembros lo escogerán en el plenario constituyente que se celebrará el próximo sábado.

La pugna para tomar el relevo de Jordi Sànchez se sitúa entre dos de los aspirantes. Por una parte, está la candidatura continuista de Adrià Alsina, el jefe de prensa de la entidad que quiere hacer el salto a la presidencia. Apuesta por materializar la República, siguiendo el mandato del 1-O. Por la otra, David Minoves, presidente del Centro Internacional Escarré para las Minorías Étnicas y Nacionales (CIEMEN), que apuesta por recuperar la transversalidad de la ANC.

El Nacional ha hablado con varias personas implicadas en esta guerra de trincheras, que denuncian juego sucio de los otros para hacerse con el control del órgano de gobierno de la entidad soberanista. "Las bofetadas en e la ANC no son ninguna novedad, pero hasta este nivel no lo había visto nunca", admite una de las fuentes consultadas.

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Antonio Baños - ACN

¿Qué ha pasado con Baños?

La candidatura del exdiputado de la CUP fue vetada. Y a diferencia de 11 de los 18 vetados inicialmente, que fueron readmitidos, sus apelaciones no fueron aceptadas. El motivo de la exclusión fue saltarse el reglamento, para ir a una tertulia política en plena campaña electoral, que queda fuera de los canales oficiales establecidos por el reglamento. En aquella tertulia en RAC1, Baños evitó hablar de su candidatura, explicando que estaba en campaña electoral. Aunque el conductor del programa le preguntó, el exdiputado cupero quiso dejar claro que no podía hablar. "El reglamento electoral nos impide hablar de la campaña", afirmó. "Tiene todo el sentido, porque yo tengo un micrófono en frente pero muchos otros candidatos no lo tienen", añadió. Después de certificarse el veto, justificó que este era su trabajo.

Los alsinistas, sin embargo, acusan a Baños de haberlo hecho "expresamente" para quedar excluido del proceso electoral. El motivo, argumentan, sería "provocar lo que ha acabado pasando, tener un golpe publicitario y ayudar a sus amigos diciendo que la ANC es opaca". ¿Quiénes son "sus amigos"? Según ellos, "Liz Castro, David Minoves y compañía". En el acto de presentación de las candidaturas el pasado martes, el mismo Alsina defendía que los vetados lo habían sido por motivos contemplados en el reglamento.

Por su parte, el entorno de Minoves denuncia que la Junta Electoral ha actuado de "manera poco rigurosa". Lo comparan con la actuación del Tribunal Constitucional con Carles Puigdemont. En este sentido, señalan que tan sólo que abrieron el periodo de alegaciones previsto en el reglamento solamente cuando se armó el escándalo. "Inicialmente este derecho se denegó. Publicaron la lista definitiva y se les comunicó directamente que habían sido excluidos, adjuntándoles un precepto general".

También critican que se ha vulnerado su derecho laboral. "Es autónomo y se está afectando su trabajo", afirman. "Cuando Jordi Basté le preguntó por la ANC, dio una respuesta inmaculada, diciendo que no podía hablar. Pero lo fulminaron a la primera, sin ni siquiera haber hablado de la ANC", añaden.

Otras fuentes internas de la ANC hablan incluso de "voluntad de castigo" por parte del aparato, porque formaba parte del entorno de Liz Castro. Hace dos años, la escritora norteamericana fue la más votada por los socios, pero el Secretariado dio la presidencia a Jordi Sànchez. Estas mismas fuentes recuerdan que en aquel momento ya impugnaron la candidatura de Baños, pero que acabó siendo readmitido. "Han ido a por él porque no pudieron hacerlo hace dos años", apuntan.

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Adrià Alsina - ACN

Listas negras

El mail de la discordia lo envió Pere Pugès, cofundador de la ANC, el pasado martes. En el correo, dirigido a socios de la entidad, adjuntaba una lista de gente a quien recomendaba votar, encabezada por el aspirante a la presidencia Adrià Alsina. También señalaba a tres personas por quien no se debía votar, porque forman parte de un "intento de neutralizar el trabajo de la ANC". En esa lista negra había David Minoves. Los otros dos eran Pep Cruanyes, presidente de la Comisión de la Dignidad, y Elisenda Paluzie, exdecana de la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona.

Desde el entorno de Minoves denuncian que "Alsina se ve directamente beneficiado de una persona que tiene mucho peso en la ANC que va diciendo a quien no se tiene que votar". Diferencian la recomendación de voto de las "listas negras".

El entorno de Alsina niega haber tenido ningún contacto con Pere Pugès. "Lo ha hecho por su cuenta. Sólo nos consta que ha pasado una lista con los candidatos que no están ligados a ningún partido". Denuncian, sin embargo, que Minoves "tiene un exmiembro del Secretariado haciéndole el trabajo sucio en Tarragona". Esta persona estaría "haciendo listas, buscándole candidatos y diciendo a los socios a quién se debe votar".

Consultado por El Nacional, aquesta persona ha negado rotundamente estas acusaciones: "Sólo he visto una vez en mi vida a David Minoves y fue en la Asamblea General de la ANC, que nos presentamos. No he tenido ningún contacto, ni pienso tenerlo, para hacer campaña por nadie. No entiendo cómo pueden haber dicho nada de esto, porque estoy en otra guerra".

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David Minoves - ACN

¿Partidismos?

La candidatura de Adrià Alsina reivindica la distancia respecto de los partidos políticos. "Los partidos quieren una ANC dócil, que funcione como su sectorial de movilización, no la del domingo pasado, que les recordó que no están cumpliendo lo que prometieron y con lo que ganaron las elecciones," aseguran. Creen que la candidatura de Minoves representa justamente eso.

No obstante, los minovistas reprochan que la ANC ya se está decantando por una de las tres formaciones independentistas: Junts per Catalunya. En este sentido recuerdan que hasta cinco miembros del Secretariado Nacional, y la gerente de la entidad, fueron en la lista del president. Y que Pere Pugès, que les apoya, es quien propuso la agrupación de electores que actuara de lista unitaria. Sobre la "manía con la independencia de los partidos", responden con una expresión latina: excusatio non pequeña accusatio manifiesta (disculpa no pedida, culpa manifiesta).

También reprochan que, mientras Minoves no ha escondido nunca su militancia en ERC, Alsina sí lo ha hecho. Fue presidente de la sección local de ERC en Sarrià-Sant Gervasi entre 2003 y 2006. "Fue más como experiencia que como otra cosa, porque estudiaba Ciencias Políticas", justifican desde su entorno.

Sobre las acusaciones de decantarse por JxCat, replican que son críticos con las dos formaciones mayoritarias: "Es tan decepcionante el discurso de Torrent cuando dice que 'no permitiremos que el president de la Generalitat lo dicte un juez' como cuando Eduard Pujol dice que 'estamos comprometidos con la República y el 1-O' e inmediatamente después habla de 'margen legal para investir a Sànchez'".

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Jordi Sànchez - ACN

¿Implementar o ensanchar?

Al fin y al cabo, la principal discrepancia entre los dos bandos en pugna es por la estrategia que debe seguir la entidad. Los dos sectores representan el mismo dilema, las mismas dos almas del independentismo después del 1-O, el 27-O y el 21-D. La misma división que hoy escenifican los partidos independentistas.

Por una parte, la candidatura de Adrià Alsina defiende la legitimidad del mandato que surgió de las urnas el 1 de octubre: se tiene que implementar la República ya, sin volver a pantallas pasadas. El discurso que representaba el domingo pasado Jordi Pairó, miembro del Secretariado saliente, dirigiéndose a los partidos: "¿Qué coño está pasando? ¿Qué no se nos está diciendo?". Se trata de empujar a los partidos independentistas para hacer el trabajo detenido el 27 de octubre.

Por la otra, la candidatura de David Minoves considera importante "ampliar la base", trabajando con nuevos actores como los CDR o Universitats per la República, y construir una agenda propia que consideran que la ANC ya no tiene. "La entidad tiene que volver a ampliar base, porque parece que es una carrera más de fondo. Tenemos que volver a ser transversales y recuperar el liderazgo siendo más colaborativos", sostienen. Se oponen al "bunker" en que creen que se ha convertido el continuismo. "Una vez decapitado el presidente, no se ha sabido encontrar un relevo. La dinámica era más de un ejército que recibía órdenes que de una asamblea que reflexiona y tiene visión estratégica".