El escritor y miembro de la Real Academia Española Félix de Azúa aboga por la proclamación de "el estado de emergencia" y, por lo tanto, por la suspensión de garantías constitucionales, para poner fin a las aspiraciones independentistas de Catalunya. Según De Azúa, la única manera de parar lo que considera "las barbaridades del nacionalismo", en referencia al movimiento soberanista catalán, pasaría por la aplicación del artículo 155. Pero, yendo un poco más allá, no sólo propone suspender el autogobierno catalán, sino "el Estado de las autonomías".

Así lo ha dejado claro el escritor barcelonés en una entrevista publicada este sábado por El Mundo, en que ha reiterado el mensaje de que en Catalunya "se educa en el odio", tal y como ya hizo hace casi un año, en otra entrevista en la que vinculaba el independentismo catalán con ETA.

Además, De Azúa, otorgándose el papel de Casandra -personaje mitológico griego a quien se le atribuye el don de prever las adversidades futuras en medio de la incomprensión del resto de la gente-, asegura que el proceso soberanista ha acabado postergando la ciudad de Barcelona tras la de Madrid -donde él vive desde hace cinco años para evitar una educación catalana a su hija-. "La gente es más educada y liberal en Madrid que en Barcelona", ha asegurado, para insistir en que los gobiernos españoles "no han hecho nada para evitar que una parte muy importante de la educación en Catalunya se dedique al odio a España".

De hecho, De Azúa considera que su solución a las aspiraciones de gran parte de la sociedad catalana, es decir, la "suspensión del Estado de las Autonomías", no se llevará a cabo precisamente por culpa de los gobiernos españoles: "el culpable número uno de lo que pasa en Catalunya es el Estado español. González, Aznar, Zapatero y, ¡que diré de Rajoy! Han pensado que cediendo podían solucionar el problema". "Para que haya Estado, el Estado tiene que actuar como tal en Catalunya", ha remachado.