Alberto Núñez-Feijóo ha conseguido revalidar la mayoría absoluta para el PP en Galicia. Con él, la máquina del tiempo se ha vuelto a detener en una Galicia donde parece que los discursos alternativos a los del PP no son capaces de articular una opción lo bastante sólida para arañar el gobierno autonómico a los populares.

Con casi el 100% del voto escrutado, el PP ha obtenido 675.753 votos (47.54%) y 41 escaños; En Marea 270.911 (19%) votos y 14 diputados; el PSdG 254.156 (17.88%) y también 14 escaños y, por último, el BNG se queda con 6 escaños, 118.874 votos (8.36%).

Galicia, "excepción de unidad y responsabilidad"

El ganador de las elecciones ha comparecido en la sede del PP cuando faltaban pocos minutos para las doce de la noche.

Feijóo ha agradecido el apoyo recibido y ha puesto a Galicia como ejemplo de unidad y responsabilidad. "En estos momentos Galicia es una excepción", ha dicho en referencia al bloqueo del gobierno del Estado.

La lista de Feijóo ha igualado los resultados de 2012 y se convierte en el único presidente autonómico del Estado que gobernará con mayoría absoluta (en este caso fijada en 38 diputados). Ha hecho una campaña con una imagen muy distante con la imagen corporativa del PP y en clave exclusivamente gallega.

El delfín de Rajoy

Con estos resultados, algunas voces apuntan que Feijóo gana posiciones en el ranking para ser el sucesor de Mariano Rajoy al frente del PP. Ha batido su récord de votos, representa la regeneración, tiene poder institucional, no tiene enemigos al partido y tiene poder territorial.

¿Sorpasso?

A lo largo de todo el escrutinio, el roce entre En Marea y el PSdG ha sido constante. Finalmente, ha sido En Marea la segunda fuerza más votada y los socialistas la tercera. De hecho, el segundo titular de la noche en Galicia es el hundimiento de los socialistas.

En Marea, herederos de Alternativa Galega y sumando a los círculos de Podemos, han doblegado a los socialistas que han sacado los peores resultados de la historia. Lo han hecho con un candidato, Luís Villares, que ha llegado a la campaña como un auténtico desconocido: sólo lo conocían un 35% de los electores.

Notablemente satisfecho, Villares ha advertido que "han llegado para quedarse" y se ha marcado como objetivo "preparar el camino para el 2020".

La amarga derrota socialista

En la otra cara de la moneda, el socialismo gallego que ha vivido una noche amarga. El candidato Xoaquim Fernández Leizeaga ha comparecido ante los medios de comunicación con cara larga. Ha reconocido que no pueden estar satisfechos y que tienen que hacer una reflexión serena sobre los resultados: han sacado 14 escaños, 4 menos que en el 2012.

BNG

Los nacionalistas del BNG, liderados por Ana Pontón, han perdido un escaño respecto de los últimos comicios: pasan de 7 a 6. Aun así, no ha sido un mal resultado después de unos meses turbulentos con muchas tensiones internas.

Pontón ha insistido en que no se rendirán y que, a partir de mañana, empezarán a trabajar por una alternativa nacionalista sólida.

Ciudadanos no fala galego

De la misma manera que en el País Vasco, Ciudadanos no ha conseguido entrar al Parlamento gallego. Una realidad que evidencia que el partido de Rivera tiene graves dificultades para abrirse camino en estos feudos.

La candidata del partido naranja, Cristina Losada, ha admitido sentirse "decepcionada". Delante de medio centenar de militantes y simpatizantes, Losada ha asegurado que una "ley electoral obsoleta" ha dejado a 50.000 gallegos sin representación en el Parlamento.

Crece la participación

La participación ha sido del 63,75%, nueve puntos más que hace cuatro años. La abstención, por lo tanto, ha estado más baja y también han bajado los votos en blanco y los nulos, que se sitúan en el 0,97 y el 1%.