El Ministerio de Asuntos Exteriores convocó por segunda vez al embajador belga a Madrid, Marc Calcoen, para protestar otra vez por las palabras del presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumens, según fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press. Esta vez, la protesta española se debe a que Peumans se ratificó en sus declaraciones, en las que afirmaba que el gobierno español no cumple "las condiciones para ser parte de una Unión Europea democrática".

El secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, trasladó al embajador belga que España "es una democracia llena, de la que ninguna institución internacional ni ningún Estado Miembro de la UE duda". En este sentido, Aguiriano aseguró que las palabras del presidente del Parlamento flamenco son "inaceptables para un país amigo, aliado y miembro de la UE como es España".

Calcoen afirmó a los miembros del gobierno español que "no es el señor Peumans quien decide la política exterior de Bélgica". Aunque Peumans reconoció que sus declaraciones eran "a título particular", también afirmó que el contenido estaba apoyado por una resolución del Parlamento flamenco sobre Catalunya aprobada en el 2017.

En su carta a Carme Forcadell, el presidente del Parlamento flamenco comentaba que "la violencia utilizada durante el referéndum sólo fue la expresión más atroz de la política antidemocrática", y añadía que mantener detenidos a los presos independentistas es "un acto todavía más insidioso".

La respuesta del gobierno español fue tildar de "gesto hostil los insultos por parte de un responsable político de una región de un país de la UE como es Bélgica".