Igor Šoltes (Liubliana, 1964) es un eurodiputado esloveno del Grupo de los Verdes / Alianza Europea Libre. Abogado y político, entró al Parlamento Europeo el año 2014, después de haber sido presidente del Tribunal de Cuentas de Eslovenia durante casi 10 años. Interesado por lo que está pasando en Catalunya, la semana pasada viajó a Barcelona para valorar el proceso político, y pudo reunirse con varias autoridades catalanas. Entre ellas, el conseller de Afers Exteriors, Raül Romeva, o la presidenta del Parlament, Carme Forcadell. Además, aprovechó la visita para sumarse al Pacte Nacional pel Referèndum.
Después de reunirse con el conseller Romeva, ¿cuál fue su impresión sobre la tarea que está haciendo el Govern catalán para hacer un referéndum sobre la independencia?
Creo que el Govern catalán tiene una fuerte voluntad de hacer alguna cosa respecto a este referéndum y para dar a la gente la oportunidad de votar y expresar su opinión, tanto si es para formar un Estado independiente como si no. La democracia es eso, dar la oportunidad a la gente de expresar su voluntad, y el referéndum el instrumento básico para comprobar el espíritu de la gente y ver qué quieren o cuáles son sus perspectivas de futuro.
¿Cómo ve la actitud de los gobierno español en contra del referéndum?
Todos somos miembros de la Unión Europea, y esta unión se basa en unos valores muy importantes. Uno de ellos es la democracia, en muchos casos también la solidaridad y tanto como sea posible, el desarrollo igualitario. En algunas ocasiones, sin embargo, puede pasar que haya regiones que dejen de sentirse cómodas viviendo juntas con el resto del Estado. En este caso, creo que en el nombre de la democracia no está mal dejar que esta comunidad exprese su opinión. Es competencia del gobierno español de reaccionar directamente en eso.
Es momento de sentarse en la mesa y dialogar. También con el Parlamento Europeo y la comunidad internacional
¿Cómo se tendría que hacer?
Creo que es el momento de sentarse en la mesa todos juntos y dialogar. Incluso el Parlamento Europeo podría jugar un papel y también la comunidad internacional. Sería mucho más adecuado calmarse y tener un diálogo constructivo, que hacerlo con amenazas de sanciones y de prisión. Estamos en el siglo XXI.
Pero el gobierno español se niega a negociar el referéndum porque defienden que va en contra la Constitución...
Este es un tema importante. La Constitución española no contempla el derecho a la autodeterminación. Eso es muy importante para mí, y es lo que pregunté a las autoridades catalanas. Para la comunidad internacional es crucial ver si existen o no obstáculos legales. En este momento, creo que el tema principal es ver si hay o no obstáculos legales para hacerlo. En segundo lugar, también es importante sentarse juntos y dialogar, y en tercer lugar, creo que tiene que haber estándares democráticos que permitan expresar la voluntad de los ciudadanos.
¿Cree por lo tanto que el Govern catalán tendría que celebrar el referéndum aunque Madrid no lo permita?
Al final será una decisión del Govern de Catalunya. Pero realmente, tengo la esperanza de que antes del verano alguna cosa haya sido clarificada. No sólo por las dos partes de aquí, también por la comunidad internacional. Creo que todos preguntaremos en primer lugar por la base legal. Yo soy abogado, y sé que a veces puede haber dos opiniones. Creo que tenemos que dar la oportunidad de hablar a los especialistas del mundo del derecho.
¿Pero ya han hablado, no? Hay varias opiniones...
No sólo los de Catalunya o España, tenemos que buscar experiencia internacional para poder interpretar qué dice la Constitución. Si pudiéramos solucionar esta cuestión sería mucho más fácil. Yo pido una conversación pacífica que disuada el abuso de poder y las amenazas de prisión y las sanciones. Que aporte aire fresco al conflicto.
La comunidad internacional es importante en este punto, sí, pero la Unión Europea está evitando tomar partido en este conflicto. ¿En algún momento tendrán que hacerlo?
En algunas ocasiones, el Parlamento Europeo ha hablado muy claramente sobre asuntos internos de algunos países, como por ejemplo Venezuela. Tampoco es un país fácil por la cantidad de intereses externos que hay. Sin embargo, se ha hablado muy abiertamente, por lo tanto, ¿por qué no tendríamos que poder hablar también de este caso?
El caso catalán tendría que ser también el caso del Parlamento Europeo. Si hablamos de derechos humanos y de libertad, también tenemos que hablar de Catalunya
Sí, y también se ha hablado y condenado abiertamente algunas acciones de países de la misma Unión Europea, como Polonia. ¿Pero es posible que haya dobles estándares según el país en cuestión?
Esta es una cuestión importante. Actualmente estamos hablando de una Europa de diferentes velocidades. También podríamos hablar de una Europa de los diferentes estándares, y de diferentes significados de democracia, pero eso no estaría bien. El caso catalán tendría que ser el caso también del Parlamento Europeo. Si hablamos sobre los derechos humanos y de la libertad, también tenemos que hablar de eso. No es una cosa que podamos poner a un lado y decir que este no es un problema en el que tengamos que expresar nuestra opinión. Sí que lo es. Tenemos este deber. No tenemos que ser parte del conflicto, pero sí que tenemos que dar argumentos profesionales.
Los juicios políticos no son buenos para la democracia, porque muestran que con el poder y las amenazas puedes hacer callar cualquier tipo de oposición
El proceso catalán ha llevado a juicio a varios líderes políticos por haber permitido una votación no vinculante el año 2014. El expresident Mas ha sido condenado con dos años de inhabilitación. ¿Qué le parecen este tipo de juicios?
Alguien podría decir que eso es un juicio político y que no tiene nada que ver con un juicio profesional. Creo que tenemos que evitar cualquier juicio político que pueda dar algún tipo de enjuiciamiento político. En general, soy muy escéptico con que alguien pueda ser procesado por expresar una opinión diferente a la oficial. Sin embargo, todos los países tenemos unas leyes que tienen unos derechos y unos deberes, unas obligaciones, que diferencian qué está permitido y qué no. No es bueno para la democracia europea, sin embargo, abandonar la libertad de expresión, aunque lo que se diga no guste a las autoridades.
Algunos políticos han calificado este juicio de vergonzoso y antidemocrático. ¿Piensa lo mismo?
Los juicios políticos no son buenos para la democracia, porque muestran que con el poder y las amenazas puedes hacer callar cualquier tipo de oposición, o cualquier actor que no esté en línea con tu punto de vista. La democracia es exactamente eso. Tienes que permitir diferentes opiniones y permitir a la gente expresarse. La democracia ofrece mecanismos para comprobar la voluntad de la gente, uno de estos mecanismos es el referéndum.
Al ver el proceso judicial contra Forcadell, me quedé en shock. No pensaba que eso pudiera pasar aquí
También se ha abierto un proceso judicial contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, para permitir un debate en la cámara sobre esta cuestión...
No tengo palabras para eso. Quedé en shock. No pensaba que eso pudiera pasar aquí. Que por abrir un debate sobre este tema pudieras ser castigado o procesado... Creo que por este motivo, tenemos que hablar abiertamente y de manera democrática sobre esta cuestión. No sólo aquí en España, también fuera de España.
¿Cree que sería posible ver a los políticos catalanes en la prisión para hacer el referéndum?
No puedo prever el futuro, no es muy diplomático. (Ríe). Para mí es muy importante intentar sentarse juntos y empezar con el diálogo democrático, y no provocar una imagen incorrecta fuera de España sobre la democracia española.
¿Cómo se ve en Europa este tipo de juicios?
En Europa hay muchas opiniones y muy diferentes. No puedo hablar por todo el mundo. Cuando haya un debate en el Parlamento Europeo sobre el tema podremos ver qué opina cada uno.
Pero no hay este debate en la Eurocámara...
De momento no, pero no excluyo que pueda estar en un futuro.
¿Podría estar? ¿De qué manera?
En el orden del día de los plenos de Estrasburgo hay una gran cantidad de temas. El referéndum es un instrumento democrático y, por lo tanto, creo se podría tratar en el Parlamento Europeo. Los eurodiputados catalanes podrían hacer una petición para pedir una declaración, o utilizar alguno de los otros instrumentos que ofrece la Eurocámara.
Para Catalunya, y también para España, lo que es importante es preparar la base legal para hacer cualquier acción. Es crucial.
Parece que la autodeterminación y los referéndums vuelven a estar a la orden del día. No sólo en Catalunya. Escocia también está presionando para hacer una consulta...
Este es un punto interesante, porque aquí se habla del instrumento, se habla del referéndum para decidir si alguien quiere quedarse o marcharse. El Brexit también utilizó el mecanismo del referéndum.
¿Por lo tanto, por qué no en Catalunya?
Hay que tener en cuenta que en la Constitución Europea hay un artículo que permite hacerlo. Para Catalunya, y también para España, lo que es importante es preparar la base legal para hacer cualquier acción. Es crucial.
En Eslovenia también hubo un referéndum de independencia...
Eslovenia formaba parte de Yugoslavia hace más de 20 años. Yo viví este momento crucial para la historia de Eslovenia. Las circunstancias, sin embargo, eran un poco diferentes. En nuestra Constitución había un artículo especial que permitía a todas las repúblicas de Yugoslavia anunciar su independencia, en algunas circunstancias, y hacer pactos. Sin embargo, yo entiendo la situación en Catalunya, y estoy seguro de que hablamos de democracia. Tiene que haber libertad de expresión, libertad de prensa, y tiene que estar la libertad de expresar la voluntad de los ciudadanos. La democracia es dar la oportunidad a la gente de expresarse.
La democracia es dar la oportunidad a la gente de expresarse
A pesar de estar permitida la autodeterminación en la antigua Yugoslavia, y todo que en el referéndum de 1991 hubo una participación y un voto a favor de la opción independentista de más de un 90%, Yugoslavia respondió militarmente...
No estamos contentos de eso, tampoco la comunidad internacional estuvo contenta de la reacción de la armada yugoslava. Atacaron Eslovenia con tanques y armas, y después lo hicieron en otras repúblicas yugoslavas, especialmente en Bosnia y Croacia. Es una historia muy triste, espero que nunca más vuelva a pasar en ningún otro lugar.
Por lo tanto, cree que eso no podría pasar nunca en el caso de España y Catalunya...
¡No! (Ríe). ¡Estamos muy lejos de eso aquí en Catalunya!
¿Teniendo en cuenta su proceso de independencia, qué consejo daría al Govern de Catalunya?
Tengo dos consejos. El primero es clarificar y poner luz y taquígrafos sobre la base legal por este acto y convencer a la comunidad internacional de que esta legalidad existe. El segundo consejo es, si hay referéndum, y si gana la independencia, id con cuidado con la independencia. En algunos casos pasa que después de la independencia, la gestión y la gobernanza del país muestran las debilidades del país. Es muy importante tener preparadas las instituciones que controlan el dinero público y estar preparados para eso.
