El retroceso en derechos y libertades de los polacos ha ido en aumento desde la entrada al poder del partido de ultraderecha Ley y Justicia, con su presidente al frente, Jaroslaw Kaczynski, el año 2015. Uno de los ejemplos que está causando quejas y gran malestar social es la proclamación de unos ochenta municipios que se consideran "zonas libres de LGTBI", en las que se excluye a cualquier persona que no sea heterosexual.

Estas zonas han sido promovidas desde los mismos ayuntamientos con el visto bueno del gobierno, que declaran que estas áreas están bajo su control. Una de las primeras en apuntarse fue Swidnik, al este del país, que "rehúsa la existencia de ciertas personas que llevan la etiqueta LGTBI y están libre de tolerar la homosexualidad". Posteriormente, se han sumado cuatro regiones históricamente conservadoras: Pequeña Polonia, Podkarpackie, Swietokrzyskie y Lublin. Este es el mapa:

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El director de cine polaco y activista Bart Staszewski ha puesto en marcha una campaña de denuncia por todo el país y ha publicado imágenes de personas homosexuales delante de los municipios polacos donde ya advierten en sus carteles con una etiqueta de la llamada "zona libre de LGTBI". Staszewski quiere mostrar a las personas reales afectadas por esta represión de derechos: "No somos un ser abstracto, una ideología, sino personas reales de carne y hueso que tienen que vivir en estos lugares".

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En las últimas horas, la polémica ha traspasado la frontera de Polonia y ya piden que la Unión Europea mueva ficha y pare esta regresión de derechos en un país miembro. El exprimer ministro belga Guy Verhofstadt y actual líder del grupo liberal europeo ALDE ha pedido que la Comisión Europea tome medidas. Verhofstadt considera que se tiene que reaccionar de forma "inmediata contra estas prácticas desagradables y contra las autoridades polacas que han colocado estos carteles" y sentencia: "El estómago se me remueve".

Este es el último ejemplo de la intolerancia que vive en Polonia este colectivo, a pesar de la condena que los europarlamentarios han hecho. Y piden que se revisen todas las subvenciones que se dan a su gobierno ultraconservador y ultracatólico. El colectivo LGTBI suele ser atacado con frecuencia. El mismo arzobispo de Cracovia ya advirtió de una "plaga del arco iris" durante un parlamento suyo en agosto del año pasado para conmemorar el 75.º aniversario de la Revuelta de Varsovia.