El Gobierno de Pedro Sánchez ha reconocido que 31 nuevos trenes que se destinaban a la red de Cercanías de Cantabria y Asturias no pasan por los túneles, porque nadie calculó que son demasiado grandes, según ha informado El Mundo. Algunos de los túneles de esta vía fueron construidos en el siglo XIX. El secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Xavier Flores, ha reconocido que ha existido "un problema" con la dimensión de los trenes comprometidos, y ha asegurado que Renfe ya trabaja con el fabricante para disponer "cuanto antes mejor" de nuevos trenes, que serán "modernos", "mejorarán la vida de los ciudadanos" y contarán "con las máximas prestaciones". Pero todo eso hace que la renovación de los trenes de Cantabria y Asturias se tenga que retrasar 2 o 3 años. El contrato de los trenes demasiado grandes era de 258 millones de euros, y tenían que renovar la flota en Cantabria y diseñar trenes nuevos en Asturias.

El secretario general de Transportes ha reconocido que este contrato ha tenido "un problema relativo a cómo tenemos que dimensionar estos trenes". En este sentido, ha explicado que la línea de Feve es "muy especial", tiene túneles "más pequeños de lo que es habitual". El problema parte de las medidas publicadas en la declaración sobre la red, que curiosamente no contemplaban estas limitaciones, y cuando se constató el problema y se comprobó que los trenes no cabrían en determinados tramos de la infraestructura se detuvo todo el proceso de inicio de la fabricación.

Después de varias reuniones y comunicaciones internas entre Renfe y Adif, se plantearon tres posibles alternativas de solución. Una de ellas era la adaptación de la infraestructura en los puntos en que hay problemas, ampliándola para que pasaran los trenes. Pero se desestimó porque podría comportar unos plazos largos de ejecución y unos costes elevados. También se valoró aplicar una excepción en la Instrucción Ferroviaria de Gálibos en los puntos con interferencias, o bien emitir una nueva específica para la red de anchura métrica, pero también se desestimó. Finalmente, han optado por el llamado "método comparativo", que si bien está descrito en la norma europea, no está regulado en la española. Según el secretario de Estado, el nuevo sistema escogido "no es el habitual" pero permitirá "construir unos trenes mayores de lo que hubiera sido con la normativa existente, y ya en este momento Renfe trabaja con el fabricante para que cuanto antes mejor podamos disponer de estos trenes".

Renfe publicó en enero del 2019 el pliegue para la adquisición de 31 trenes de anchura métrica de acuerdo con los gálibos recogidos en la declaración sobre la red de Adif y, en junio de 2020, adjudicó a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) la fabricación, después de un proceso de licitación que se vio afectado por la pandemia de covid.