El conseller de Exteriors, Bernat Solé (Agramunt, 1975), ha tenido que coger el mando del departament en un momento complicado, entre la pandemia del coronavirus y la marcha de su predecesor, Alfred Bosch, después del caso de acoso sexual por parte de uno de sus asesores. Solé tomó posesión del cargo aún no hace ni un mes y lo tuvo que hacer ya telemáticamente desde Agramunt, donde está pasado el confinamiento y de donde ha sido alcalde los últimos nueve años. Es también desde este pueblo del Urgell que responde a las preguntas de ElNacional.cat a través de videollamada, para explicar cómo está gestionando la Conselleria d'Exteriors, Relacions Institucionals i Transparència la crisis provocada por la Covid-19.

Ha entrado en la conselleria en un momento muy convulso. ¿Cómo ha sido el aterrizaje?
Complejo, porque ha sido en una situación de máxima dificultad, como es la gestión de una pandemia global como la del coronavirus. Y a ello se le ha sumado la situación compleja también vivida por el acoso sexual y laboral que sufrió el departament en los últimos meses.

A pesar del confinamiento, ¿ha podido ir haciendo reuniones? ¿Cómo se lo ha encontrado?
He hecho reuniones con casi todo el mundo del departament y espero que en los próximos días pueda conocer, a pesar de que tenga que ser telemáticamente, a todos los equipos de trabajo. La percepción que recibo de estas reuniones es, por una parte, el gran trabajo que se está haciendo, pero por otra parte, hay equipos dolidos y que han pasado por una situación emocionalmente muy compleja. Ahora la prioridad es devolver la confianza a todos los equipos y hacer un acompañamiento muy próximo y con mucha sensibilidad a aquellas personas que lo sufrieron directa o indirectamente. Me consta que mi llegada ha generado confianza y estoy seguro de que cuando nos podamos reencontrar en espacios físicos, eso acabará siendo una realidad. Realmente, si queremos proyectar el buen trabajo y valor humano que tiene este departamento, necesitamos este clima.

Desgraciadamente, es inevitable hoy en día que se puedan dar situaciones de acoso, pero lo que sí que se puede garantizar es que resuelvan y se gestionen de una forma rápida y eficiente

¿Ha podido empezar a pensar en los cambios necesarios para evitar que se repitan situaciones de este tipo o tendrá que ser después del coronavirus?
No, es un tema lo suficientemente importante como para ponernos a trabajar enseguida. Una de las primeras acciones que llevé a cabo es garantizar que las personas que sufrieron estas circunstancias estaban bien acompañadas y bien atendidas. También hemos iniciado ya un estudio de aquellas medidas que pueden ayudar a que la activación de este protocolo sea más ágil. Desgraciadamente, es inevitable hoy en día que se puedan dar situaciones de este tipo, pero lo que sí que se puede garantizar es que resuelvan y se gestionen de una forma rápida y eficiente. Necesitamos un protocolo que incluya medidas que así lo permitan.

 

¿Cuál es la tarea de su departament en esta pandemia?
Estamos fijando objetivos en diferentes ámbitos. En primer lugar, acompañando a personas catalanas que están por todo el mundo y que tienen dificultades para volver. También hacemos una recopilación de buenas prácticas de los países en los que tenemos delegaciones e influencias y la ponemos a disposición de los departaments y del consejo ejecutivo. Y, con respecto a la transparencia, desde nuestro departament estamos recogiendo aquellos datos que nos facilita cada departament para ponerlos a disposición de la gente. Los datos son de la gente y eso lo tenemos muy claro.

¿Cómo está actualmente el retorno de catalanes?
Esta ha sido una de las prioridades de los primeros días, y ahora ya quedan pocas personas para que vuelvan. Actualmente, tres de cada cuatro ya han podido volver. Y lo que hacemos con el 25% restante es acompañarlos en su confinamiento.

Tres de cada cuatro catalanes en el extranjero ya han podido volver. Al 25% restante los estamos acompañando en su confinamiento

¿Por qué no ha podido volver este 25% restante?
Hay mucha casuística. Hay ciudadanos que han querido volver y no han encontrado vuelos comerciales porque han dejado de existir o que el incremento abusivo del precio de estos vuelos les ha hecho imposible volver. En otros países ha sido el cierre de fronteras, como es el caso de la India, y lo que se ha tenido que hacer es acompañarlos en este confinamiento. También, en zonas del sudeste asiático o en Australia, las autoridades casi exigían que las personas venidas de fuera dejaran el país, pero no había oportunidad para poder coger un vuelo. Por eso, en estos casos, se ha tenido que hacer acompañamiento con mucha sensibilidad. Lo que ha dejado clara esta crisis, este coronavirus, es que nos hacen todavía más falta delegaciones más fuertes por todo el mundo y en aquellos espacios donde hemos notado vacíos se tendrá que reforzar esta presencia.

 

¿Se está pensando en un plan de ampliación de delegaciones?
Es pronto para plantearnos estos objetivos, lo que está claro y es una evidencia es que zonas como el sudeste asiático o el continente africano son un vacío y, por lo tanto, habrá que buscar fórmulas para que Catalunya pueda ser explicada en estos territorios, y que los catalanes que viven allí nos entiendan como una referencia. En los próximos meses habrá que tomar estas decisiones.

Esta crisis ha hecho todavía más evidente que hacen falta delegaciones más fuertes por todo el mundo y en aquellos espacios donde hemos notado vacíos habrá que reforzar la presencia

Cs y PP cuestionan constantemente estas delegaciones y, especialmente ahora, piden recortar el presupuesto para destinarlo al coronavirus. Creen que la tarea que hacen ustedes ya la hacen las embajadas. Usted, en cambio, dice lo contrario.
Si los ciudadanos han llamado a las delegaciones es precisamente porque había un vacío. Esta crisis ha demostrado la necesidad de todavía hacer más fuertes estas delegaciones, que tengan más presencia y puedan ejercer esta referencia que están siendo. Además, sólo hay que tener en cuenta que el presupuesto del Departament d'Exteriors es sólo el 1% de la acción exterior del estado español. Estoy seguro de que la proporcionalidad del trabajo que están haciendo estas delegaciones con respecto al presupuesto que suponen supera con creces las expectativas. Cs y PP siempre han puesto en duda el trabajo de estas delegaciones, esta crisis les ha demostrado a ellos y a toda la ciudadanía la importancia de disponer de esta herramienta de país.

Dice que ha habido un vacío por parte del Estado. ¿En qué sentido?
A mí no me corresponde valorar lo que ha hecho el Ministerio de Exteriores o las embajadas, estoy seguro de que ha habido situaciones en que han actuado de forma responsable y adecuada. Pero está claro que si hemos recibido estas 900 llamadas que responden a 1.500 personas por todo el mundo, ha sido porque no han encontrado soluciones cuando han llamado a las embajadas. En algunos casos no se ha dado una respuesta clara y incluso ha habido respuestas ambiguas.

En un grupo de cuatro personas confinadas en Split, el acompañamiento del ministerio fue facilitarles juegos de mesa y libros de lectura

¿Por ejemplo?
Pues ahora me viene a la cabeza la situación de cuatro personas que estaban confinadas en Split y que el acompañamiento del ministerio fue facilitarles juegos de mesa y libros de lectura para pasar el confinamiento de la mejor manera posible. Es una situación anecdótica y estoy seguro de que no es extrapolable a todos los casos, pero en este caso concreto de Croacia nosotros hicimos un acompañamiento e hicimos posible que en pocos días estos cuatro ciudadanos pudieran volver a casa.

¿Cuáles son los países en los que había más catalanes?
Teníamos tres zonas donde había una afectación más importante, ya fuera porque había más presencia de catalanes o porque había más dificultades para su retorno. Especialmente los Estados Unidos, Australia y todos los países del continente sudamericano. En estos casos hemos podido llevar a cabo todo el acompañamiento y buena parte de estos ciudadanos ya están aquí. En el caso de los Estados Unidos y Canadá, por poner un ejemplo, la complejidad era que muchos de los catalanes que estaban allí eran estudiantes jóvenes, menores de edad incluso, que estaban llevando a cabo programas de estudios e idiomas y eso añadía una dificultad especial. Había que hacer un traslado sin acompañamiento de un adulto y con vuelos que exigían escalas complejas.

En los Estados Unidos había muchos catalanes menores, estudiantes, y eso ha sumado una dificultad especial

¿Han registrado casos de ciudadanos que hayan quedado atrapados en alguna escala?
Claro. Había un grupo de catalanes, por ejemplo, que estaba en la India antes del cierre, y que consiguieron comprar un vuelo con escala en Moscú. Una vez allí no pudieron coger el siguiente vuelo porque había sido cancelado. Hay que decir que las autoridades rusas hicieron todo lo necesario y estos catalanes estuvieron muy bien atendidos, pero tuvieron que pasar muchos días de confinamiento en una ciudad que no era ni su país de origen ni el de retorno, y eso todavía lo hace más complejo.

¿Qué se puede hacer ante los abusos de las aerolíneas?
Hemos mantenido reuniones con la Autoridad Catalana de la Competencia y con la de la Agencia del Consumo para hacer que todos los catalanes que quieran denunciar estos abusos lo tengan fácil. Les hemos facilitado formularios para que puedan presentar las denuncias correspondientes. Una situación así no tiene que ser la oportunidad para que las compañías aéreas, que entiendo que pasan sus dificultades, lo hagan pagar a los ciudadanos.

¿Por qué el ministerio no ha hecho más fletaciones?
Yo transmití a la ministra Arantxa González Laya, en la llamada que tuvimos, que era necesario que el gobierno del Estado fletara vuelos para devolver a estos ciudadanos a sus casas, ya que a través de vuelos comerciales no les era posible. Por qué no se han hecho más lo tiene que responder el ministerio. Pero lo que está muy claro es que en una situación donde el gobierno del Estado podía mostrar su cara más progresista, su ADN más progresista, no ha aprovechado la ocasión. Al contrario. Ha mostrado su cara más recentralizadora e incluso, en algún caso, el lenguaje más bélico. Cuando en Catalunya hacíamos las ruedas de prensa mostrando a nuestros profesionales médicos o a nuestros profesionales de protección civil, el Estado ha mostrado al ejército. No es el mejor mensaje que podemos transmitir. Con respecto a la recentralización, los estudios de los últimos días demuestran que aquellos estados que han gestionado esta crisis de forma más descentralizada son los que mejor están saliendo adelante. Este es un mensaje que tendría que escuchar el estado español.

El Gobierno ha desperdiciado la ocasión de mostrar su ADN progresista: ha enseñado su cara más recentralizadora y su lenguaje más bélico

¿Lo ha decepcionado?
Nos ha decepcionado sobre todo esta poca sensibilidad progresista para gestionar esta crisis, sí. Otra vez aquellas personas que antes de la crisis eran más vulnerables han sido las primeras en sufrir la crisis. No hemos llegado a  todos los ciudadanos a esta crisis desde la misma línea de salida. Un gobierno responsable, que piense en las personas, su bienestar y la igualdad de oportunidades, tiene que garantizar que una crisis de estas características, a pesar de la complejidad que pueda suponer, afecte de una forma uniforme a toda la población.

Antes explicaba que tienen una parte del departament dedicada a estudiar las experiencias de otros países y ver cómo se pueden aplicar aquí. ¿Qué ejemplos puede poner?
Cuando el gobierno del Estado decide flexibilizar estas medidas de confinamiento y pide que los trabajadores puedan acceder a las empresas, no piensa qué harán las familias con sus niños. En cambio, países como Alemania o el Norte de Europa han implementado medidas económicas para compensar estas situaciones o han puesto todos los medios a fin de que los niños puedan estar acompañados durante este tiempo que los padres trabajan. También hay países que han hecho mucho más para compensar las pérdidas de autónomos y pequeñas empresas.

 

¿Quién lo está haciendo mejor? ¿Qué país tendría que ser el referente para Catalunya?
Hay una casuística muy diferente, pero los países del Norte de Europa han tomado una atención muy especial con respecto al bienestar de las personas y al acompañamiento de los niños. Hay territorios del norte de Italia en los que las medidas de confinamiento han sido mucho más restrictivas que las que se han podido aplicar en Catalunya. En Portugal, a pesar de las distancias y no entendiendo que todas las medidas han sido las mejores, han hecho políticas para garantizar la igualdad de todas las personas. Habría que coger una pizca de cada. Por eso hacemos un análisis diario de todas las medidas que se están implementando por todas partes.

Una Catalunya independiente habría podido decidir qué medidas de confinamiento aplicar

¿Pero qué podría haber hecho una Catalunya independiente que no se haya hecho hasta ahora?
Pues, por una parte, poder decidir aquellas medidas de confinamiento en las cuales hemos mostrado nuestra discrepancia con el Estado. Por otra parte, en cuanto a gestionar la dificultad de este postcoronavirus, nosotros, al menos desde de ERC y desde el Govern, apostamos por una fiscalidad y una redistribución de la riqueza más justa. Esta situación dejará sectores de la población con unas pérdidas económicas y una situación de vulnerabilidad muy importante. Una política responsable exige reequilibrar esta riqueza y si tenemos que salir adelante de esta crisis, tenemos que hacerlo todos.

¿Pero el Govern de Catalunya lo ha hecho todo bien, en las competencias que tiene? ¿No tendría que hacer también autocrítica?
Es evidente que en una situación sobrevenida como esta no se puede decir nunca que se ha hecho todo bien. Día a día vas aprendiendo de todo lo que se está haciendo. Lo que está claro es que el Govern de Catalunya se ha puesto al frente del problema, ha informado diariamente, ha dado la cara y se han tomado todas aquellas medidas necesarias para gestionar la dificultad. Es evidente que hay sectores como las residencias que nos han generado mucha preocupación, pero hay que tener en cuenta que sectores como este han generado preocupación a todos los países del mundo, teniendo en cuenta la población envejecida que se encuentra en estos equipamientos. Es cierto que nos inquieta, pero no les inquieta menos a otros países. La problemática ha sido la misma.

Es cierto que nos inquieta la situación de las residencias, pero no les inquieta menos a otros países. La problemática ha sido la misma

Sin embargo, su departament es también el de Transparència. ¿Se ha sido transparente aquí?
Sí, en todo momento. Si alguien ha puesto en duda los datos, es porque los que publica el Govern son aquellos que recibe de una forma oficial. No hay nada que esconder. Todo lo que se ha publicado es lo que se ha recibido oficialmente. Probablemente, ha habido alcaldes o municipios que, fruto de la proximidad, han recibido unos datos diferentes, pero como gobierno responsable no podemos hacer uso de estos datos. Lo ha dicho claro la consellera Vergés, todo lo que se publica es lo que se recibe a través de los canales oficiales.

En estos momentos se ha cambiado el modelo, sin embargo, y también se cuentan las muertes que reportan las funerarias.
Exacto, en estos momentos se ha optado por publicar los datos de muertes a partir de los datos de las funerarias. Es un paso importante con respecto a la transparencia. El estado español se ha apuntado a ello hace poco porque ha visto que este era un sistema fiable. Vamos aprendiendo día tras día, lo que no podemos hacer es utilizar unos datos de los cuales no tenemos garantía de que sean ciertos.

 

Dentro del Govern se han visto algunas discrepancias. ¿Van a la una, conseller?
El Govern va a la una. No tenemos más remedio, al contrario. En una situación así lo que no necesita la ciudadanía es discrepancias. Es cierto que cuando se gestiona una situación de complejidad aparecen maneras diferentes de entender o de superar este momento y es bueno que así sea. Este debate existe y en los consejos ejecutivos se ponen sobre la mesa temas en los que no hay unanimidad, pero la responsabilidad nos hace llegar al consenso. Yo apelo al sentido de responsabilidad y pienso que el Govern ha actuado en este sentido.

Es normal que en un gobierno se pueda discrepar, pero las decisiones que se acaban tomando son consensuadas

Es normal las discrepancias. El tema es si se pueden permitir que sean públicas.
Si en algún momento ha parecido que había discrepancias es porque se han puesto en evidencia estas discrepancias, pero forman parte de la gestión de la complejidad. Y, al final, lo importante es que aquellas decisiones que se acaben tomando, aunque en algún momento se pueda discrepar o debatir, es que se tomen de forma consensuada y los acuerdos que se están tomando salen de forma hablada y madurada.

Uno de los temas donde se ha visto estas discrepancias es en el plan de desconfinamiento. ¿Cómo tiene que ser este proceso?
Eso lo tendrán que decir los departaments que tienen competencias al respecto. Lo que no podemos es tomar medidas de desconfinamiento sin atender los consejos de los expertos. Por eso hay un grupo de expertos que asesoran al Govern, al Departament de Salut, a fin de que nos informe de estas medidas en cada momento. La voluntad de todos es poder volver a la normalidad lo antes posible, pero sería una irresponsabilidad suavizar estas medidas sin tener la certeza de que son las mejores. Sería irresponsable poner horizontes. Es necesaria mucha responsabilidad, porque dar un paso en falso nos podría perjudicar muchísimo. Tengamos paciencia, saldremos adelante.

Es necesaria mucha responsabilidad, porque dar un paso en falso en el desconfinamiento nos podría perjudicar muchísimo. Tengamos paciencia

¿Cómo tiene que seguir el diálogo entre Catalunya y España, que ahora ha quedado parado? Sánchez apuesta por reanudarlo después del coronavirus.
Tiene que seguir tal como se comprometieron las dos partes. Que ahora sea o no sea el momento lo dirá si todo lo que se pone en esta mesa de negociación sirve para mejorar el día a día de los ciudadanos. Si se llevan objetivos para mejorar esta vida y el día a día de los ciudadanos, bienvenida sea. No me importaría que se convocara si se pudiera tratar la amnistía de los presos o el derecho a la autodeterminación. Esta crisis ha demostrado que si nos hubiéramos podido autodeterminar y hubiéramos podido decidir el modelo de estado, habríamos gestionado esta crisis de otra manera.

Sánchez apuesta por unos pactos de reconstrucción de toda España.
Sí, Sánchez apuesta mucho por los Pactos de la Moncloa y da la sensación de que esta apuesta encarnizada va más por la fotografía con los presidentes autonómicos que por lo que contiene realmente. Desde Catalunya estaremos abiertos a cualquier pacto o a cualquier acuerdo que sirva para mejorar la situación, pero tiene que tener contenido, no sólo tiene que ser una fotografía.

Estamos abiertos a pactos, pero tiene que tener contenido. No puede ser sólo una fotografía de Sánchez

¿Cree que se puede acabar aprovechando la crisis sanitaria para dejar aparcado el conflicto con Catalunya?
Los debates se pueden aparcar cuando hay otras prioridades, pero no quiere decir que desaparezca. En Catalunya hay una mayoría amplia de personas que quieren decidir este futuro. Nunca es mal momento para poder hablar, dialogar o negociar. Y más sobre un derecho que tenemos como ciudadanos. Ahora mismo estamos en plena gestión del coronavirus, y probablemente esta mesa necesite un espacio y una perspectiva más amplia. Y también salir de esta vorágine de complejidad que tenemos en estos momentos, pero no quiere decir que haya dejado de ser una prioridad. Al contrario. Es una de las principales prioridades del Govern.

¿Pero cuándo se tiene que reanudar este diálogo? ¿Después del verano? ¿Antes?
Eso lo dirán las dos partes. Las mesas se tienen que convocar cuando tengamos claro el orden del día y qué será tratado en la reunión. Por lo tanto, en el momento en que las dos partes seamos capaces de poner sobre la mesa unos temas sobre los que hablar y una posibilidad de acuerdo, aquel será el buen momento. Si para eso hay que esperar, esperaremos el tiempo que haga falta. Sentarnos para no llegar a ningún acuerdo no es el mejor mensaje que necesita la ciudadanía.

¿Formará parte de la mesa?
Decidirá el president y vicepresident, yo me pongo a disposición. Si me lo piden, allí estaré.

Nunca es mal momento para poder hablar, dialogar o negociar sobre el derecho a la autodeterminación

Convocar la comisión bilateral sí que es competencia suya. ¿Cuándo lo hará? ¿Antes o después de la mesa?
Siempre he dicho que tiene que avanzar paralelamente. No tiene sentido avanzar en temas sectoriales si no se avanza en los estructurales y troncales que tenemos como país. Tenemos que hablar de las pequeñas cosas, pero sobre todo del todo. Cuando seamos capaces de hablar del todo, estoy seguro de que nos entenderemos en todas las cuestiones que se puedan hablar en una comisión bilateral.

Para acabar. ¿Cuándo tienen que ser las elecciones catalanas?
Yo no tengo que decir cuándo creo que tienen que ser estas elecciones. En todo caso, fue el president Torra quien apuntó la posibilidad de anunciar la fecha, y en aquel momento la situaba después de los presupuestos. Evidentemente, quien tiene competencia sobre la fecha es Torra y tenemos que respetar su decisión. También es cierto que existe la posibilidad de que sea el Tribunal Supremo quien active esta fecha, esperemos que así no sea.

Pero viendo la gravedad de situación y de la crisis que dejará esta pandemia. ¿Hay que agotar la legislatura?
Si las elecciones tienen que servir para fortalecer y dar estabilidad a un gobierno, bienvenidas sean, si tienen que servir para generar desestabilidad, no es la mejor solución. En estos momentos nos corresponde gestionar la crisis, unir fuerzas y trabajar en consenso y máxima unidad estratégica. Y eso hacemos.