Fue escogido Síndic de Greuges con el primer tripartito, el de Pasqual Maragall, el año 2004. Rafael Ribó ha visto pasar hasta seis presidents desde que ocupa el cargo de defensor del pueblo en Catalunya. Este miércoles se ha reunido con el último, Pere Aragonès, a quien ha trasladado una lista de deberes y con quien ha compartido el posicionamiento en relación a la situación de los presos y exiliados, con especial interés en el informe del Consejo de Europa, que reclama a España que libere a los presos independentistas y levante las euroórdenes pendientes sobre los exiliados.

En una comparecencia posterior a la reunión con el president, Ribó ha apuntado que el informe europeo, que todavía se tiene que validar definitivamente en una votación el próximo 21 de junio, recoge varios documentos elaborados por el propio Síndic en relación con la vulneración de derechos y libertades cometidos los últimos años por parte del Estado español con la cuestión catalana. En este sentido, ha recordado que la escalada de persecuciones judiciales empezó con una sentencia del Tribunal Constitucional contra la declaración de soberanía del Parlament en el año 2015, en la cual, por primera vez, se advertía a Carme Forcadell y Artur Mas de las posibles consecuencias si no "impedían o paralizaban cualquier iniciativa que supusiera eludir la suspensión acordada". Aquello, según el Síndic, abrió la puerta a penalizar posicionamientos políticos. Desde entonces, la ofensiva de la Fiscalía no ha tenido freno, con "injusticias como no había visto nunca".

El encargado de elaborar el informe del Consejo de Europa, un diputado socialista letón, se reunió con el ministro de Justicia, como también con los presos políticos y los representantes de los grupos parlamentarios catalanes. También se vio con otras entidades y utilizó la sede del Síndic de base de operaciones. Una vez se ratifique el informe, Ribó convocará autoridades internacionales para analizarlo.

Sànchez, partidario de convocar elecciones en el 2017

En relación a las misivas publicadas por Oriol Junqueras y Jordi Sànchez los últimos días, el Síndic ha recordado que en octubre de 2017 él trasladó el mensaje que Sànchez, entonces preso en Soto del Real por su papel como presidente de la ANC, le dio para Puigdemont y compañía. "Él era partidario de que se hubieran convocado elecciones", ha explicado. Ribó no se ha querido pronunciar sobre el contenido de los escritos de los líderes de Junts y ERC, pero sí que ha exigido que se aborde el tema "exclusivamente con soluciones políticas".

Todavía en relación a los presos, el Síndic está elaborando un informe sobre los indultos e insiste en que son un paso indispensable para la resolución del conflicto. Eso sí, apunta que hay que acompañarlos de la amnistía y la reforma del Código Penal.

La decisión del TSJC sobre las PAU

Durante el encuentro con Aragonès, Ribó ha comunicado que la entidad lleva al Comité de Expertos de la Carta europea para las lenguas minoritarias del Consejo de Europa la decisión del TSJC de adoptar medidas cautelares urgentes sobre el uso del castellano en las pruebas de selectividad. Concretamente recuerda que la lengua vehicular en Catalunya es el catalán. 

 

Los deberes del president

Más allá del procés, el Síndic ha reclamado medidas urgentes pero también estructurales para hacer frente a la emergencia social derivada de la pandemia. Por ejemplo, una inyección de presupuesto a las entidades que se encuentran en primera línea de trinchera asumiendo el papel que tendría que estar haciendo la administración. Al mismo tiempo, ha puesto el acento en la necesidad de revertir el desequilibrio territorial existente en Catalunya en materias como la implantación de las energías renovables. Asimismo, ha insistido en que hay que impulsar una mejora de la red de comunicaciones para fomentar una "distribución mucho más armónica de personas por el territorio" y acabar con "la barbaridad que supone que el 70% de los ciudadanos estén concentrados en el Àrea Metropolitana de Barcelona".

La misión imposible de sustituir al Síndic

Desde marzo de 2019, Ribó ejerce en funciones. Su mandato está caducado y ya ha solicitado al Parlament que lo sustituyan. En dos años y medio, la cámara catalana ha sido incapaz de relevarlo. Y es que la designación del Síndic de Greuges requiere de una amplia mayoría de tres quintas partes. O lo que es lo mismo, que 81 diputados se pongan de acuerdo en un mismo nombre. Una misión que hasta ahora ha sido imposible. La nueva aritmética surgida del 14-F hace que independentistas y comunes sumen esta mayoría necesaria.

En la imagen principal, Aragonès y Ribó reunidos en el Palau de la Generalitat. / ACN