Durante su larga existencia, la dictadura del franquismo puso Catalunya y el catalán en su punto de mira, prohibiendo cualquier expresión pública de su cultura. Ante esta dura realidad, la revista literaria y artística Ariel, publicada clandestinamente en Barcelona entre 1946 y 1951, fue una bastión contra el régimen de Francisco Franco. Con el objetivo de acercar a los más jóvenes a la cultura catalana perseguida por el franquismo, Ariel fue un referente clave para muchas personas gracias a sus trabajos impulsados por intelectuales y artistas catalanes. Es por eso que ahora el Consell per la República pretende reivindicar esta revista de cara a la Diada de Sant Jordi este 23 de abril.

Así, el órgano que preside Carles Puigdemont ha anunciado este lunes que pone en marcha una campaña que pretende "blindar" el catalán y que toma Ariel como centro gravitacional. La institución republicana distribuirá el ejemplar número 23 de la revista en un intento por "dotar de valor" un ejemplo clave de nuestra memoria histórica y cultural. Precisamente, el número 23 fue recuperado antes de que la policía franquista lo interceptara y ahora el órgano republicano lo comparte: se puede obtener a través de la página web ariel23.cat. Una vez hecha la reserva, podrá recogerse el día de Sant Jordi en uno de los más de 20 consejos locales que el CxRep tiene repartidos por el territorio catalán. El ejemplar número 23 que pone a la disposición el Consell per la República contiene poemas de Joan Triadú y Josep Palau, y 'Sis poemes nord-americans', por Manuel de Pedrolo, entre otros.

Historia de una revista

Fundada en 1946 por Joan Triadú, Josep Romeu, Josep Palau Fabre, Miquel Taradell, Frederic Pau Verrié, Ariel era una revista de ensayo crítico literario que publica poemas y textos de autores de primera categoría. La revista evoluciona y se suman en la redacción Joan Barat, Alexandre Cirici, Francesc Espriu, Enric Jardí, Rosa Leveroni, Joan Perucho, Jordi Sarsanedas y Manuel Valls.

La publicación pretendía hacer una revisión del pasado con el máximo rigor posible y con el objetivo de presentar al público joven aquello que mejor pudiera valorar. Su voluntad, como la de la anterior revista Poesía, fue totalmente ecléctica, de manera que, a pesar de seguir una clara línea clasicista, se puede encontrar una huella vanguardista. En la publicación clandestina predomina el ensayo crítico de literatura y de arte, con una voluntad de exigencia y de rigor crítico. Hay poemas de Carles Riba, Josep Vicenç Foix, Josep Carner, Salvador Espriu y Joan Brossa, además de dibujos y grabados inéditos de Joan Miró, Manolo Hugué, Antoni Clavé, Albert Ràfols y Emilio Grau Sala.