Ya hace un mes del martes 29 de octubre, cuando una gota fría virulenta arrasó las comarcas de la Horta Sud, la Ribera Alta, la Foia de Bunyol y la Plana d'Utiel, principalmente, en el desastre natural más importante del país, del Estado y de Europa en las últimas décadas. Desde entonces, se han contado más de 220 muertos, así como muchas polémicas y mentiras, sin embargo (casi) ninguna dimisión. Hay que preguntarnos: ¿Dónde estamos un mes después de la DANA en el País Valencià?

El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, está en el centro de la polémica por la gestión de la emergencia tanto el mismo día como los días posteriores. Dos semanas después de la tragedia, Mazón iniciaba el proyecto de reconstrucción del territorio... también con controversia. Por ejemplo, ha eliminado el tope salarial en los miembros del Consell en un decreto para aprobar ayudas para la DANA. Además, ha adjudicado contratos millonarios a empresas vinculadas a la corrupción del PP. Si no era suficiente con los errores del día del desastre, ahora tenemos el fantasma de la Gürtel sobre el plan de recuperación. Y también está el tema del fichaje de militares para el gobierno de la reconstrucción, pero no es el más grave de todo.

La versión de los populares, en duda

Pero los populares se han querido sacar la presión de encima y culpar el Gobierno, concentrado en la figura de la vicepresidenta Teresa Ribera. En una jugada sin precedentes y bastante discutida, Alberto Núñez Feijóo intentó boicotear el nombramiento de Ribera como nueva vicepresidenta de la Comisión Europea, poniendo los conflictos internos por encima de los intereses comunitarios. El show se alargó demasiados días para que nada cambiara: el PP europeo confirmó el portazo a Feijóo y dio luz verde a la ministra socialista, que formará parte del ejecutivo de Ursula von der Leyen.

Las polémicas vividas las dos últimas semanas no solo tienen que ver con las decisiones del PP, sino también con sus mentiras o medias verdades. Pero a menudo salen nuevas informaciones que ponen en duda constantemente la versión de los populares. Por ejemplo, desde el Consell habían criticado que no habían recibido avisos sobre el barranco de Poio, pero ahora se sabe que enviaron bomberos el mismo día de la DANA para medir el caudal. De la misma manera, se sabe que el 29 de octubre el gobierno valenciano reconoció su responsabilidad en el control de ríos y barrancos. Y habían cargado constantemente contra Ribera, quien sí que dio un minuto a minuto de sus intentos de contactar con el president.

Sin detalles de la polémica comida

Y así, con muchos otros aspectos. El más grave hasta el momento es el de la polémica comida de Mazón, del cual no hemos sabido nada por boca del president —todo, mediante los medios de comunicación—. En su comparecencia en las Corts Valencianes, Mazón evitó hablar del encuentro con la periodista Maribel Vilaplana, a quien ofreció la dirección de À Punt mientras la provincia de València se negaba —la Confederación Hidrográfica del Xúquer envió 62 avisos mientras el president estaba desaparecido en la comida—. Pero nada, en el PP siguen apuntando a La Moncloa mientras Mazón todavía no ha aclarado qué pasó aquel martes por la tarde.

Todo el mundo tiene claro el cúmulo de errores de la Generalitat Valenciana ahora hace un mes, aquel fatídico día 29: ni caso de los avisos del Aemet, ni de la Confederación Hidrográfica del Xúquer, un president que dijo que cabe a las 18.00 horas, una alerta que llegó a las 20.12 horas (cuándo el daño estaba hecho)... Y aquí no ha dimitido nadie. Bueno, sí, únicamente el director de À Punt, después de que se conociera el ofrecimiento de Mazón a Vilaplana. Las dos únicas conselleres que han abandonado el gobierno han tenido que ser destituidas: la consellera de Interior, Salomé Pradas, que admitió que desconocía la existencia del sistema de alertas; y la consellera de Indústria, Núria Montes, por su falta de sensibilidad con las víctimas. Y eso se refleja en las encuestas, donde el PSOE amplía la ventaja sobre el PP, según el CIS.

Massanassa mes despres DANA / Efe
Trabajos en Massanassa, un mes después de la DANA / Efe

Así, es normal que Mazón sea abucheado allí donde va. También lo es el Gobierno: la última a recibir fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, a quien le reprocharon que no enviara antes el ejército. Pero el pueblo valenciano parece que ha perdonado a los reyes, ya que en la última visita no recibieron barro —aunque estaban blindados por la policía.

Mientras el PP y el PSOE se enganchan por las responsabilidades de la DANA, al final el problema es que todavía queda mucho trabajo a hacer en el territorio. El barro está por todas partes y los vecinos están al límite. Por ejemplo, en Paiporta se manifestaron para denunciar el abandono de las escuelas, un problema grave en otros municipios. Uno de los últimos muertos, de hecho, fue un operario que perdió la vida por el hundimiento de un centro en Massanassa. Un mes después, la gente como mínimo quiere que la situación no empeore y que todo pueda volver a poco en poco a la normalidad.

reis abandonant paiporta. EFE
Los reyes abandonando Paiporta / Efe

 

Imagen principal: el estado de Picanya, un mes después de la DANA / Efe
 

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