Hoy hace 18 años que el mosso Santos Santamaría Averaño, de 32 años, moría víctima de un atentado terrorista reivindicado por ETA en Roses (Alt Empordà), cuando explotó un coche bomba. Fue el 17 de marzo de 2001 y, aunque la organización armada avisó de la colocación de la bomba, delante del Hotel Montecarlo, el coche bomba se hizo explotar antes de la hora que habían anunciado los terroristas.

Los Mossos d'Esquadra habían recibido el aviso de la Ertzaintza, que informaba de que ETA, a través del diario Gara, había alertado de la bomba. Siete minutos antes de la hora marcada, el temporizador activó una bomba que contenía 20 kilos de explosivo y estaba escondida en un Ford Escort.

El agente de la policía catalana, que no estaba de servicio y se puso a disposición de los mandos para ayudar en las tareas de desalojo de la zona por el aviso de la bomba, recibió el impacto de la metralla cuando explotó el coche. Fue trasladado al hospital, pero murió al cabo de pocas horas. Un agente de la policía local de Roses también resultó herido, pero se pudo recuperar de las lesiones.

Único agente asesinado por ETA

Santos Santamaria fue el único agente de los Mossos muerto en manos de los terroristas vascos. Formaba parte del equipo de policía judicial de la policía catalana en Roses y había ingresado en el cuerpo tres años antes. Activarse para ayudar a sus compañeros a pie de calle le costó la vida.

El atentado de Roses en que murió el agente de los Mossos era el sexto de aquel año en Catalunya, una época dura en la actividad de la banda armada después de la tregua. Cada 17 de marzo, familiares, amigos y compañeros de Santos Santamaria recuerdan al agente asesinado en acto de servicio.