El semanario de Hamburgo Die Zeit se ha volcado en elogios hacia Catalunya, en un artículo del escritor Michael Ebmeye que describe el país a través de sus emblemas culturales, mientras carga contra los corresponsales alemanes de Madrid.

El artículo es muy crítico con la visión centralista que ve en gran parte de la prensa alemana. "Cuando se trata del independentismo catalán, los corresponsales que están establecidos en Madrid adoptan una actitud poco crítica de forma sorprendente con los círculos centralistas españoles. Existe mucho rencor apolillado en eso, y mucha propaganda no digerida de la época franquista, cuando el dictador quiso hacer de España una autarquía retrasada", señala.

Ebmeye reconoce que la historia "catalano-española" puede ser juzgada de maneras diferentes, pero sin embargo existen dos cosas "que difícilmente se pueden negar". "En primer lugar, el hecho de que Catalunya pertenezca hoy a España es el resultado de una ocupación violenta, no de un acuerdo voluntario. La rendición de Barcelona durante la Guerra de Sucesión de 1714 marcó la integración de los territorios catalanohablantes en el reino de los reyes borbónicos. Y en segundo lugar, durante siglos esta España victoriosa ha intentado suprimir la lengua y la cultura catalanas, a veces de forma brutal", añade. Recuerda en este sentido la persecución durante el franquismo, donde los "catalanes comprometidos" fueron considerados enemigos al lado de los comunistas y los anarquistas.

El artículo, que se titula Un fuerte retorno, empieza repasando las características de la cultura catalana, y expresa una fascinación especial por los correfocs, que considera un monumento a la rauxa (pronunien rauscha, dice a los lectores alemanes). "Es una especie de ritual para "dejarlo salir todo" y bailar con los demonios, también el personal. Es un ritual que se practica desde hace siglos, y en el que los únicos heridos son los turistas imprudentes", apunta.