La policía española ha detenido este jueves a cinco personas en Tarragona acusadas de un delito de odio e incitación a la violencia. Los hechos se remontan a la campaña electoral del 26-M cuando los detenidos habrían repartido octavillas contra VOX cerca de un stand del partido ultra. La formación fue quien denunció los hechos que están siendo investigados.

Ninguno de los detenidos ha querido declarar y han sido puestos en libertad a la espera de recibir que el cuerpo policial cierre la investigación y pase las diligencias al juez, que tendrá que decidir si sigue adelante con el caso. El abogado de cuatro de los acusados, Carles Perdiguero, ha calificado los hechos de "despropósito" y ha anunciado que espera recibir el expediente para calibrar la gravedad de la actuación policial.

En declaraciones en la ACN, Perdiguero ha apuntado que la manera de proceder "no es la más correcta", ya que ha explicado que en algunos casos se han detenido los jóvenes sin citación. "Presencialmente o telefónicamente se les ha dicho que tenían que comparecer en media hora", ha expuesto al abogado. A su parecer eso ha hecho que no tuvieran la posibilidad de asesorarse. En algunos casos los agentes se han personado en el domicilio de los detenidos y "se les invitaba a que los acompañaran con el vehículo policial". "Es muy poco ortodoxo", ha concretado.

Detenciones sin citación

Incluso ha relatado que una persona que acompañaba a uno de los citados y que le esperaba fuera de la comisaría, ha sido identificada por los agentes y la han detenido allí mismo "sin que hubiera recibido ninguna citación". Para Perdiguero se trata de una actuación "innecesaria" y que pervierte la aplicación del delito de odio, "que está pensado para proteger minorías, y no es el caso de los de VOX", ha señalado. A las puertas de la comisaría de la Policía Nacional se ha reunido un grupo de personas para dar apoyo a los detenidos.

La CUP de Tarragona ha emitido un comunicado denunciando las detenciones y manifestando la "solidaridad y apoyo" hacia los acusados. "Estamos ante unas razzias represivas que sólo tienen como objetivo atemorizar y engrosar los archivos policiales para los próximos montajes judiciales encarados a criminalizar la protesta", se expone en el texto. Para los anticapitalistas "se ha comprobado por enèsima vez que la represión en el Estado Español ha llegado a límites totalmente demenciales". "Desenmascarar a los fascistas nunca puede ser un delito, ni de odio ni de nada", han indicado.