"Ahora es el momento de ir al unísono". Con estas palabras el diputado de la CUP Benet Salellas ha cerrado la conferencia de prensa donde la formación anticapitalista ha pedido al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que convoque a todas las fuerzas políticas partidarias del referéndum a una cumbre en Palau para acordar el cómo y el cuándo se tiene que celebrar el referéndum unilateral de independencia (RUI), tal como había adelantado El Nacional. 

Los cupaires constatan que después de la victoria del Partido Popular, el sorpasso fallido de Podemos al PSOE en las elecciones españolas del 26-J y de rebote la imposibilidad de los comunes catalanes para pactar un referéndum con el Estado, hay que tener un "debate de país" entorno a esta fórmula de autodeterminación. De hecho, la CUP ya ha empezado una rueda de contactos esta semana con partidos y movimientos populares para compartir ideas.

Por eso, han hecho un llamamiento "a todos los demócratas", desde JxSí, CSQP y En Comú Podem, a trabajar conjuntamente para encontrar el punto de encuentro que permita una expresión democrática "clara y no subordinada", como es el RUI. Incluso, la diputada de la CUP Anna Gabriel ha pedido al PSC que abandone "el inmovilismo de C's y PP" y vuelva al camino del derecho a decidir.

Sobre si el RUI condiciona la cuestión de confianza, a la cual se enfrentará Puigdemont en septiembre, los cupaires intentan desvincularlo; sin embargo, lo cierto es que el cupaire Benet Salellas, ha reconocido que si hay acuerdo en torno a esta cuestión durante estos meses de verano, después "todo vendrá rodado" y se podrá afrontar con más tranquilidad el aprieto. 

Vinculante y con garantías

La izquierda anticapitalista opina que la mayoría soberanista del Parlament tiene la obligación de buscar una alternativa factible para ejercer el derecho de autodeterminación cuanto antes posible. Y es en este escenario, donde la CUP reclama que el RUI cuente con la determinación institucional del Govern y del Parlament, que han de "volcarse" para que su celebración tenga todas las garantías. 

De hecho, los cupaires esperan que de esta cumbre que piden, salga una fecha para el RUI que tendría que poner el punto y final a los 18 meses de la legislatura excepcional. Un RUI que tendrá que ser vinculante y tendrá que dotarse de la legitimidad necesaria. Por eso, puntualizan que tendrá que contar tanto con la participación de aquellas fuerzas y personas partidarias de la independencia, como de aquellos que no lo son. 

Los cupaires consideran que hay que definir cómo será el punto final del procés, el momento exacto de ruptura, después de la aprobación de las tres leyes de desconexión. Y defienden que una manera de hacerlo sería mediante este RUI, y aun más, ante un contexto europeo que podría afrontar varios referéndums como el de independencia de Escocia o el de la reunificación de Irlanda del Norte. Y eso los obligaría a incluir también la cuestión catalana en su agenda.