La cumbre de fuerzas políticas y sociales soberanistas y partidarias del referéndum se convocará la última semana del año. Así lo ha comunicado la CUP-CC y ha confirmado El Nacional de fuentes de presidencia.

Aunque ninguna de las partes ha concretado la fecha, la CUP celebra "el compromiso del president Carles Puigdemont que la cumbre de todas las fuerzas políticas y sociales favorables al derecho a la autodeterminación se haga antes de acabar el año".

Puigdemont quiere asegurar los presupuestos

La falta de concreción se explica porque el president quiere asegurar que la CUP, efectivamente, permita que los presupuestos superen el debate a la totalidad del pleno del 20 de diciembre: "Primero los presupuestos, después el referéndum".

Aunque los cupaires se han comprometido a permitir el inicio del trámite parlamentario de las cuentas, Puigdemont quiere que el compromiso se explicite en sede parlamentaria.

Los anticapitalistas recuerdan que la cumbre se desprende de uno de los acuerdos del debate de política general introducidos por la CUP-CC en la negociación con Junts pel Sí y lo desvinculan de la aprobación o no de los presupuestos de la Generalitat del 2017.

"El compromiso del president y del Govern de convocar antes del 31 de diciembre la cumbre de fuerzas políticas y sociales para el referéndum forma parte también acuerdos relativos al eje de trabajo de ruptura con el Estado español aprobados por el último consejo político de la CUP celebrado en Artés", matizan los cupaires.

Referéndum

En este mismo comunicado publicado en el Observatori del procés impulsado por la CUP, los anticapitalistas se atribuyen el mérito que los presupuestos incluyan partidas para garantizar la celebración del referéndum.

Modificar los presupuestos

Por otra parte, también aprovechan para pedir al Govern que haga un esfuerzo para tensar "los límites de lo que sí que está permitido dentro de la autonomía, refiriéndose a los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y IRPF", para conseguir tener unos presupuestos "más sociales".

La CUP considera que para ganar el referéndum y convencer el máximo de gente, los presupuestos tendrían que ser también un punto de inflexión en las políticas sociales y marcar un cambio de tendencia: "Es decir, que no pueden ser unos presupuestos continuistas con unas políticas neoliberales que han aumentado las desigualdades y han desestructurado los servicios públicos".