La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido este sábado paciencia a los alemanes con las medidas excepcionales para reducir al mínimo la vida pública -y así frenar la extensión del coronavirus- y ha reconocido que no sabe cuánto durará esta situación. Merkel, que por ahora ha dictado un confinamiento parcial, ve avalada su gestión por los relativos buenos resultados de su estrategia, basada en una detección precoz de la enfermedad y la actuación del potente sistema sanitario alemán.

"Nadie puede decir hoy con certeza cuánto durará este tiempo difícil", ha afirmado la canciller en su habitual mensaje del sábado, en esta ocasión sólo de audio, porque desde el domingo pasado se encuentra de cuarentena en su domicilio (aunque en dos tests ha dado ya negativo). Al estar en cuarentena no quiere aparecer por televisión.

"Las cifras diarias de nuevos infectados no nos dan todavía ningún motivo para relajarnos o suavizar las reglas", ha subrayado saliendo al paso del creciente debate en Alemania sobre la conveniencia o no de levantar algunas de las medidas más duras. Alemania ha cerrado todos los comercios -excepto los de alimentación y las farmacias- y ha prohibido las concentraciones de más de dos personas en espacios públicos. Los centros deportivos, culturales y de ocio están también cerrados.

Robert Koch InstitutCliquea la imagen y sigue los datos actualizados del Instituto Robert Koch, el organismo público alemán encargado del coronavirus


Como indicación, Merkel ha señalado la tasa de expansión de la pandemia. Uno de los objetivos de las autoridades es que el número de nuevas infecciones se duplique "sólo cada diez días" para "no saturar el sistema sanitario". Actualmente, ha reconocido la canciller, las cifras están alejadas de esta referencia, porque actualmente se está duplicando la cifra de enfermos cada 5,5 días. Alemania es uno de los países medianamente afectados por el COVID-19, con 53.340 infectados y 395 muertos según las últimas cifras de la Universidad John Hopkins. Hay que tener presente, sin embargo, que Alemania tiene 83 millones de habitantes y es el mayor país de la UE.

Merkel ha indicado que, a pesar de las medidas, muchos pueden seguir trabajando, y se ha puesto como ejemplo ella misma, porque desde su domicilio y en cuarentena ha participado en la cumbre europea extraordinaria de esta semana. "Es una situación que comparto ahora con muchos. Uno no está enfermo y no obstante se queda en casa para asegurarse de que no se está infectado", ha explicado.