Mientras el Gobierno español renovaba esta semana sus acuerdos armamentísticos con Turquía y expresaba su amistad fraternal con el país euro-asiático, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan le ha requisado una gran partida de respiradores. Los aparatos venían de China, e hicieron escala en Ankara, donde se han quedado. Habían sido comprados por el ministerio de Sanidad y por Castilla-La Mancha y Navarra.

Según informa El Mundo, se trata de centenares de respiradores para enfermos críticos españoles, que Turquía ha redirigido hacia sus hospitales.

Hace sólo dos días la ministra de Asuntos Exterior, Arancha González, se deshacía en elogios hacia Turquía.

La ministra ha hablado tres veces con el titular de Exteriores turco para intentar desbloquear el cargamento. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, también ha hablado con el responsable turco de Sanidad. Pero ninguno de los dos ha tenido el más mínimo éxito. De hecho, el Gobierno español ya da por perdido el material. "Hasta aquí hemos llegado", ha indicado conformada Arancha González.