Una conversación que quedó en un cajón, ahora se vuelve a poner de relieve gracias al trabajo de periodistas de investigación y la industria cinematográfica. El 26 de noviembre de 1985, la Guardia Civil detuvo Mikel Zabalza, lo trasladaron a Intxaurrondo y desapareció. El 15 de diciembre se encontró su cuerpo en el río Bidasoa. ¿En la previa del estreno de la película Non dago Mikel?, el diario Público ha tenido acceso a una pieza muy valiosa: la conversación de altos comandantes de la guardia civil que desde el diario El Mundo, ya se habían presentado a la justicia después de una exhaustiva investigación de los periodistas Antonio Rubio y Manuel Cerdán.

La conversación nunca había salido a la luz y la protagonizan dos hombres: el excoronel del CESID, Luis Alberto Perote, y el capitán de la Guardia Civil, Pedro Gómez Nieto. Ambos admiten que Zabalza murió después de ser torturado de forma indiscriminada. Esta pieza ha servido para argumentar la película y el trabajo hecho a cargo de sus directores, Miguel Ángel Llamas y Amaia Merino, y se estrena en todas las salas este viernes, 26 de febrero, en formato documental.

El punto de partida es este: Un joven conductor de autobús, es detenido al lado de otras personas por la Guardia Civil en el marco de una operación antiterrorista. Cuando el resto de los jóvenes son liberados, denuncian haber sido salvajemente torturados. Pero falta Mikel. Las autoridades alegan que se ha zafado y mientras las esperanzas de encontrarse vivo se van desvaneciendo, las calles de Euskal Herria queman con un grito: ¿Dónde está Mikel?

¿Qué dice la conversación?

Ambos agentes admiten que la muerte de Mikel es una consecuencia directa de las torturas reiteradas que recibió por parte de la Guardia Civil. De hecho, murió en el mismo lugar donde de era ahogado de forma sistemática. Algunos de los momentos de la conversación admiten que "la madre lo vio con la capucha", haciendo referencia a una bolsa que le pusieron en la cabeza para ahogarlo sin descanso. También afirman que anteriormente, con esta práctica asesina, ya "había estado a punto de quedarse" otro.

Ellos mismos detallan que el método es infalible: "Llega un momento que lo que estás respirando es tu monóxido de carbono, entonces se está ahogando. O sea, los esfínteres se abren y se ahoga, se ahoga". Para más inri, explican el momento macabra de todo: "Y encima nos está mirando, o sea, realmente no es que él no vea nada, porque es como si estuviera sumergido en un punto. Es decir, la capucha tiene que ser transparente, para que él vea la vida y la sensación de muerte que está cogiendo".

Los periodistas de El Mundo aportaron la conversación como prueba en los juzgados, en el sumario que investigaba el Caso Zabalza. Ahora bien, el tribunal estableció que la grabación "no presenta una mínima calidad convictiva", ya que el capitán Gómez Nieto negó que existiera tal conversación y el ministro de Defensa Eduardo Serra, mediante escrito de 11 de julio de 1996, indicó que "no hay en el centro ningún documento que contenga información que pueda contribuir a la aclaración de las circunstancias".

Bildu lleva el caso al Congreso

La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, intentará que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, reconozca este miércoles en la cámara baja que en España se ha practicado la tortura. Inicialmente el diputado de la coalición abertzale Oskar Matute iba a preguntar al cabo del Ejecutivo de la situación de precariedad e incertidumbre en qué vive la juventud, pero este lunes Bildu ha modificado su pregunta para interrogar Sánchez sobre el 'caso Zabalza'.

Para Bildu, este audio confirma que "el uso de la tortura ha sido sistemático" en el País Vasco. "Estamos ante una realidad que debe ser aclarada y reconocida sin ningún tabú ni menosprecio", argumenta Aizpurua, que ha destacado la "tranquilidad" y la "convicción de impunidad" que, a su parecer, demuestran las dos personas que aparecen en esta "escalofriante" grabación.