Después de meses de expulsión del Parlament de Catalunya, los Conguitos han conseguido volver a hacerse un hueco en el bar de la cámara. Estas bolitas de chocolate rellenadas de cacahuete que comercializa la marca Lacasa desde los años 60 se comercializan en bolsitas de color naranja ilustradas por pequeños personajes de piel negra que le dan nombre, supuestamente congoleños, gorditos y de labios gruesos y rojos. Todo ello dio pie a que algunas voces alertaran de que esta imagen no hacía más que reproducir estereotipos racistas y el toque de alerta provocó que el bar del Parlament echara a los Conguitos, tal como avanzó en aquel momento ElNacional.cat, lo cual provocó primero la sorpresa entre los parroquianos habituales y posteriormente un encendido debate mediático a todo el Estado.

En aquel momento se especuló con si había existido alguna directriz surgida de los responsables del Plan de Igualdad de la cámara, lo cual desmintieron los responsables del servicio de cafetería, que atribuyeron la decisión sencillamente a los comentarios que les habían hecho llegar algunos habituales. No obstante, después de la polvareda mediática, sin duda la mayor que ha vivido la cafetería del Parlament a lo largo de su dilatada historia, los Conguitos han vuelto a aparecer en la barra.

Según los habituales del local, primero reaparecieron de manera tímida y en su formato blanco, pero finalmente han vuelto en la versión más genuina y auténtica, de color chocolate. Desde hace unas semanas, los Conguitos observan a los clientes desde un rincón de la barra del bar donde diariamente hacen cola diputados, trabajadores del Parlament y periodistas. Conviven desde un tarro de cristal transparente con otros snacks tan políticamente correctos, como son los frutos secos.

La conclusión es que los pequeños Conguitos han superado de nuevo el impulso y han conseguido sobrevivir en el Parlament, al igual que en su momento superaron el Change.org que se puso en marcha en el 2020 para acabar con la marca con el argumento que ofrece una imagen racista.