Al día siguiente del 28 de mayo los comunes todavía se relamían las heridas de una noche electoral que les dejó un regusto agridulce -con una mínima subida en votos porcentuales pero con la derrota en Barcelona y con Colau relegada a la tercera posición- cuándo Pedro Sánchez anunció la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio. A pesar de la sorpresa inicial, los comunes se beneficiaron del hecho de que su estrategia electoral ya estaba definida desde hacía meses y no será otra que apostarlo todo al nuevo proyecto de Yolanda Díaz, el movimiento Sumar, que al menos en Catalunya se encontrará con un bloque monolítico de apoyo.

Ahora bien, antes de entrar en las perspectivas para el 23-J, hay que echar una ojeada a los resultados del 28-M, hecho que implica un doble análisis, por una parte, cuantitativo, donde los comunes han salvado los muebles, y otro cualitativo, donde claramente han perdido peso político. Con respecto a las municipales de 2019, los comunes, con su diversidad de siglas y confluencias locales, han pasado de 302.559 votos a 266.061, pero esta caída en 36.000 votos se explica básicamente en la caída de la participación, aunque también han tenido una perdida percentual, del 9,39 por ciento de los votos en 2019 al 8,85 del domingo pasado. En número de concejales, pasar de 258 a 244 supone una pérdida de 14 concejales, una caída, pero no una derrota.

El análisis cualitativo, sin embargo, revela otros aspectos a tener en consideración. Por una parte, Ada Colau ha perdido por segunda vez las elecciones municipales -en un patrón bastante curioso, la alcaldesa en funciones quedó primera en sus primeras elecciones, segunda en el segundo intento y tercera en el tercero- y sus posibilidades de revalidar la alcaldía son menores a no ser que el recuento oficial gire la tortilla y sitúe a Barcelona en Comú por delante del PSC. Pero la del bastión principal no ha sido la única pérdida para los comunes, que han pasado de ganar las elecciones en doce municipios a hacerlo solo en siete.

Retienen el Prat, pierden Montcada

Así, este 2023 los comunes han retenido la victoria en el Prat de Llobregat y Pallejà (Baix Llobregat), Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental), Montornès del Vallès y Santa Maria de Martorelles (Vallès Oriental) y Corbera d'Ebre y el Pinell de Brai (Terra Alta) pero la han perdido en la Palma de Cervelló y Olesa de Montserrat (Baix Llobregat), Montcada i Reixac (Vallès Occidental), Sant Iscle de Vallalta (Marisma) y la Sénia (Montsià). El mascarón de proa de los comunes es ahora el Prat de Llobregat, aunque ahí han pasado de 11 a 9 concejales, pero donde aguanta su cabeza de lista y hasta ahora alcalde, Lluís Mijoler, convertido en el principal opositor a la ampliación del aeropuerto. En el otro lado del Àrea Metropolitana de Barcelona, los comunes han perdido el importante municipio de Montcada i Reixac, donde han pasado de 7 a 5 concejales y la victoria ha sido para el PSC.

Aunque estos resultados suponen una pérdida efectiva del poder municipalista de los comunes, la convocatoria de elecciones en el Congreso de los Diputados y en el Senado para el 23 de julio, a pesar del adelanto inesperado, les coge con los deberes hechos y con una ventaja respecto de otros lugares del Estado español, la ausencia de un enfrentamiento con Podemos. En este sentido, los comunes tenían claro que jugarían la carta de Yolanda Díaz, que no ha parado de participar en la campaña electoral de Ada Colau. En este contexto, no fue ninguna sorpresa que el día siguiente de las elecciones y una vez conocida la convocatoria de elecciones, el portavoz d'En Comú Podem, David Cid, anunciara que los comunes se ponían "a disposición de Yolanda Díaz", y añadiera que para parar el ascenso de la derecha hacían falta "proyectos nuevos como el que encabeza Yolanda Díaz".

La incógnita a resolver, el cabeza de lista

En todo caso, si está resuelta la estrategia general, la de cerrar filas con el proyecto Sumar de Yolanda Díaz probablemente en forma de confluencia a través de En Comú Podem como se había hecho en anteriores elecciones con Unidas Podemos, la incógnita sigue siendo el nombre de la persona que encabezará la candidatura. En las dos elecciones generales de 2019, la del 28 de abril y la repetición del 10 de noviembre, el cabeza de lista fue Jaume Asens, que en las dos ocasiones consiguió 7 escaños en Catalunya y situó a los comunes como cuarta fuerza política catalana.

Avalado por aquellos resultados, Asens podría repetir como candidato, aunque la posibilidad de que la cabeza de lista sea Ada Colau todavía tiene rendijas abiertas. Es cierto que la todavía alcaldesa se ha autodescartado públicamente, aunque en conversaciones internas ha expresado esa posibilidad, y su prioridad sigue siendo la formación de un gobierno progresista en Barcelona, pero el calendario manda, y si el 17 de junio no hay acuerdo, el 19 como mucho se tienen que hacer públicas las listas con que concurrirá En Comú Podem en la circunscripción de Barcelona y Colau no ha querido revelar, para no debilitar la negociación, qué hará si fracasa su intento de articular un gobierno de izquierdas en la capital de Catalunya. La respuesta, en unos días.