Matías Carnero, el presidente del comité de empresa de Seat Martorell, ha reconocido, al medio vasco EITB, que han recibido "presiones políticas y monárquicas" para cambiar la sede social y ha explicado que "durante el encuentro en la Zarzuela después del 12-O, hubo conversas donde se habló del futuro de la Seat". Sobre quién ha podido llamar a la dirección, Carnero explica las relaciones de la empresa automovilística con el Estado y la monarquía: "el Rey y Mariano Rajoy conocen los directivos y los consejos de Seat, no olvidamos que uno de los consejeros del consejo administrativo es Josep Piqué, a partir de aquí, cada uno lo puede entender como quiera".

También ha confirmado que existe preocupación por el conflicto y que está activado un gabinete de crisis, "nos hemos reunido con el presidente y dos personas más en los últimos tres días para evaluar la situación política catalana". Sin embargo, ha explicado que Seat "no quiere entrar en ningún conflicto político" y que el objetivo de la empresa es seguir trabajando y vender productos.

Sobre el tema del cambio de sede social, ha explicado que no hay que preocuparse, ya que Seat tiene una oficina en Madrid que "es donde está el señor García Sanz, el presidente del consejo de administración, y sólo sería mover un teléfono, una silla y una mesa, más los impuestos que comportaría", aunque reitera que han recibido presiones porque "interesa" que Seat se mueva, pero remarca que ellos no se posicionarán.

Carnero ha explicado que la presentación del nuevo modelo sigue activa pero se ha tenido que posponer porque ahora no tendría el efecto deseado. Por último, ha confirmado que "puede garantizar trabajo, ya que estamos en un momento dulce de ventas" aunque no puede saber qué pasará dentro de dos meses pero "con las previsiones recibidas los últimos días, las ventas han subido".