Huevos estrellados, pollo al curry, carne rebozada o pastel de limón con piña. Son algunos de los platos que han podido degustar los 111 comensales que este martes han acudido a la cena amarilla solidaria que ha tenido lugar en el restaurante Semproniana, regentado por la cocinera Ada Parellada.
Los lazos amarillos, las prendas de ropa del mismo color o las bufandas y las gorras, ya habituales en la vestimenta independentista de los últimos meses, han llenado el curioso restaurante barcelonés de solidaridad por los presos políticos. Entre los comensales, la mujer y la hija de Joaquim Forn, la de Jordi Sànchez y la pareja de Jordi Cuixart. Además, también han estado presentes los vicepresidentes de Òmnium y de la ANC, Marcel Mauri y Agustí Alcoberro, y la ahora diputada electa de Junts per Catalunya Anna Tarrès.
El éxito ha sido rotundo. Sólo un centenar de personas han podido finalmente formar parte de la iniciativa, sin embargo, según ha explicado la misma Ada Parellada, el restaurante ha tenido que rechazar un millar de solicitudes. "Hubiéramos podido llenar un Sant Jordi", dice sonriendo.
Por eso, gracias a la buena acogida de la iniciativa, Òmnium Cultural, entidad que ha coorganizado este acontecimiento, ya prevé réplicas por todo el país. La idea es que otros restaurantes catalanes se sumen a la propuesta de hacer cenas amarillas y poder seguir solidarizándose con las familias los presos. De hecho, el precio del menú eran 80€, que irán destinados a la Caja de Solidaridad.
Al inicio de la cena, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha asegurado que apuestan por repetir la experiencia de la Semproniana por todo el territorio y ha querido agradecer el apoyo de la gente. Por su parte, su homólogo en la ANC, Agustí Alcoberro, ha pedido no normalizar que hay presos políticos y "movilizarnos de manera permanente" hasta que sean liberados.
El menú amarillo
La carta de este martes en la Semproniana estaba llena de simbolismo. Para empezar, un pica-pica integrado por varios platos amarillos, desde patatas chips hasta huevos revueltos o pimiento relleno. Acto seguido, bacalao rebozado con salsa mostaza y pollo al curry y, finalmente, un pastel de limón con crema catalana y piña y un lazo amarillo.
El simbolismo, sin embargo, no acababa aquí. Para beber: un vino blanco, uno tinto y dos cervezas -una catalana y una belga en recuerdo también a los políticos catalanes que se marcharon a Bruselas. Para coronar la cena, un poco de pan, evidentemente, también amarillo.
La experiencia no ha sido fácil, y ha hecho afilar el ingenio de la cocinera Ada Parellada, que ha tenido que pensar en varios alimentos amarillos. Según ha explicado ella misma, lo más difícil ha sido el pescado y la carne, ya que no es común que sean de color amarillo. Ahora bien, Parellada lo ha resuelto con éxito, con el bacalao rebozado con salsa mostaza y el pollo al curry.
Protestas en la calle
La iniciativa de Òminum y el restaurante Semproniana ha tenido mucho éxito, pero también algunos detractores. Durante los días previos a la iniciativa, el restaurante ha recibido un fuerte boicot, materializado en críticas negativas al restaurante a través de las plataformas donde se anuncia el restaurante, como Tripadvisor o Facebook, y también con reservas falsas.
Esto ha hecho que Parellada defina la experiencia como "agridulce". Reconoce que lo ha vivido como un "aprieto", que le ha hecho "tambalear" el negocio, cosa que la ha "preocupado". Ahora bien, agradece "el espectacular apoyo" recibo después y asegura haber salido reforzada.
Durante la cena, el boicot también se ha hecho evidente a través de una protesta a las puertas del restaurante, organizada por el grupo de extrema derecha Democracia Nacional, aunque sólo han reunido a unas diez personas.