El diálogo entre el Govern y el ejecutivo de Pedro Sánchez para buscar una salida negociada al conflicto político catalán se ha dado por interrumpido este viernes de manera abrupta. Y extraña. Las dos partes han proclamado por rotas las conversaciones. Pero, al mismo tiempo, unos y otros han insistido en que no renuncian a mantener el diálogo.

No obstante, las conversaciones y los whatsapps habían echado humo las últimas horas. De hecho, este viernes mientras el Consejo de Ministros estaba en marcha los negociadores seguían intercambiándose mensajes. Por la mañana ya había habido conversaciones telefónicas con la vicepresidenta Carmen Calvo. Pero los mensajes continuaban. La consellera Elsa Artadi, reunida a aquella hora con un embajador, ha tenido que ir interrumpiendo la reunión para responder.

Finalmente, sin embargo, a las 13,34 horas se ha recibido en el Govern el documento con la última propuesta. Eran poco más de dos hojas, con tres epígrafes -Declaración de Pedralbes, Objetivos y Bases para el diálogo. El vicepresident, Pere Aragonès, ha pedido a la ministra una videoconferencia para hablar del texto. Pero ya no ha habido videoconferencia. Era demasiado tarde para la vicepresidenta que, según fuentes del ejecutivo, ha deseado suerte a sus interlocutores.

 

Poco después, a las dos y cuarto de la tarde -con 45 minutos de retraso sobre el horario previsto- empezaba la comparecencia posterior al Consejo de Ministros. El Govern ha recibido la respuesta de Calvo desde la sala de prensa de la Moncloa. "Este gobierno no aceptará nunca el planteamiento de un referéndum de autodeterminación. Nunca", ha asegurado Calvo respondiendo a una de las reivindicaciones clave de los independentistas.

La vicepresidenta se ha presentado en la rueda de prensa de la Moncloa después de protagonizar una semana política que se cerrará este domingo con una manifestación convocada por PP, Cs y Vox en Madrid con la bandera española como telón de fondo. Pero lo que de verdad ha hecho saltar las alarmas del ejecutivo de Sánchez ha sido la respuesta dentro de las propias filas del PSOE. Tanto los barones territoriales como los viejos popes del partido, con Felipe González y Alfonso Guerra, al frente, han cargado sin ambages contra la propuesta de un relator que coordine las conversaciones.

Y no obstante, hasta este miércoles, Calvo había mantenido la posición, en opinión de los negociadores catalanes, que no escondieron la satisfacción por la rueda de prensa en que aceptaba públicamente la figura del relator. Algunas fuentes aseguran que incluso se había aceptado por escrito propuestas que iban mucho más allá que lo que se asegura en el documento final. No obstante, las presiones a partir del miércoles se multiplicaron.

Las conversaciones del jueves, según el Govern, ya fueron diferentes. Alguna cosa estaba cambiando. La vicepresidenta reculó. No planteó ningún nombre español ni catalán para asumir el papel de relator, tal como se había acordado después de rechazar las propuestas de figuras internacionales planteadas por la Generalitat. Rechazó también que la reivindicación de autodeterminación estuviera encima de la mesa. Eso pasaba justo el día en qué los presidentes Quim Torra y Carles Puigdemont habían convocado al PDeCAT, JxCat y la Crida en el Parlament para tomar una decisión sobre la enmienda a la totalidad.

Después de la reunión de los grupos independentistas y de la rueda de prensa en que el PDeCAT anunció que presentaría la enmienda, las conversaciones y los whatsapp continuaron. A partir de aquel momento aumentó la presión para que el PDeCAT no presentara la enmienda de retorno de los presupuestos y exigiendo que antes del fin de semana ERC retirara la suya. Los contactos y mensajes continuaron hasta las 11 de la noche del jueves. Y, hasta esta mañana del viernes, cuándo la negociación se ha interrumpido de manera brusca, con una rueda de prensa.

Fuentes del Govern sostienen aún que el documento que han recibido hoy es un punto de partida importante, que a pesar de los pasos atrás hay avances y se podría ir más allá. Destacan que se admite la presencia de partidos estatales en la mesa de negociación y se detalla la función del relator. Unos y otros aseguran que la posibilidad de diálogo se mantiene.

Nadie duda de que la manifestación del domingo puede marcar un nuevo giro. También la votación del miércoles de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos. Falta ver en que sentido.

Lo cierto es, sin embargo, que de repente las conversaciones se han interrumpido. No hay llamadas. Se han acabado los whatsapps. Después de una semana de agitación y constante intercambio de mensajes, ya no ha habido más mensajes con Madrid.