El president Carles Puigdemont se ha hecho un sitio entre los representantes políticos más conocidos del ámbito europeo. Así lo demuestran sus constantes apariciones en los medios internacionales, todavía más desde que se fue a Bélgica a raíz de la aplicación del artículo 155.

El aumento de popularidad de Puigdemont también se ha notado en Twitter. El president ha sido siempre un amante del mundo 2.0: creó su perfil en esta red social hace ya años, en diciembre de 2017, pero ha sido en los últimos meses, y especialmente desde el referéndum del 1 de octubre, cuando se ha lanzado en número de seguidores. El president ya friega los 600.000 followers, una cifra seguramente inesperada.

Así se entiende de un vídeo del pasado marzo, donde celebró sus primeros 200.000, un número que "no había pensado nunca". Tras nueve meses, lo ha triplicado.

Puigdemont también parece haber cumplido con el objetivo expresado en ese vídeo. Deseó que su canal pudiera "ayudar" a la gente de fuera de Catalunya a "hacerse una idea más precisa de lo que queremos". Probablemente los acontecimientos han ayudado a que sea así.

Ahora, el perfil de Puigdemont tiene todavía más relevancia, con el president en Bélgica y sin una presencia en los medios y en los actos públicos como la de antes.