El conseller de Interior, Miquel Buch, ha defendido este miércoles el decreto para aumentar la seguridad a los presidentes y expresidentes de la Generalitat. Lo ha hecho después de que el diputado de Ciutadans Carlos Carrizosa haya tachado la medida de ser la creación de una "guardia pretoriana por un fugado de la justicia" -en referencia a Carles Puigdemont- y haya apuntado que podría haber un delito de malversación de fondos públicos.

En respuesta al diputado, Buch ha defendido que el decreto es muy parecido al que aprobó la Moncloa en 2007 y ha recordado que es competencia de la Generalitat la protección de los expresidentes. "Lo que les molesta es que en Catalunya nos dotamos de estructuras de estado en nuestras competencias", ha replicado. En este sentido, Buch los ha acusado de querer "cargarse las estructuras" y ha defendido que "lo seguiremos haciendo aunque los moleste".

Carrizosa ha preguntado sobre esta medida de seguridad a Buch durante la sesión de control al Govern que ha tenido lugar este miércoles en el Parlament, después que el pasado 29 de enero el ejecutivo aprobara dotarse de un Área de Seguridad Institucional que se encargará de la seguridad del presidente, expresidentes y consellera de Presidencia. Esta nueva área, creada con el mismo esquema con que funcionan órganos similares a España, Francia o Gran Bretaña, contará con un equipo específico de Mossos d'Esquadra.