El abogado Gonzalo Boye ha manifestado en una entrevista con la revista alemana Overton, que actualmente "España no es muy diferente de Turquía" en sus prácticas de fondo. "España tiene un problema sistémico, tiene fallos sistémicos. No pueden aceptar que las minorías también tengan derechos. España no es muy diferente de Turquía hoy en día. Nunca había tenido ningún problema como abogado durante 20 años, y en los últimos 5 años tengo muchos problemas como letrado desde que soy defensor de la minoría catalana. Los españoles no aceptan que yo sea solo el abogado. Me ven como representante de los catalanes. Y eso es típico de los países que no son democráticos. España parece un país democrático, pero al final, si rascas un poco la superficie, encuentras todos los fallos del sistema, demuestran que no es una democracia real. Y eso es un problema para la Unión Europea", señala.

En la entrevista, el abogado relaciona directamente la ofensiva judicial contra él, con un intento de apartarlo del procés, y lo relaciona directamente con las cloacas del Estado, diciendo que tiene pruebas de ello. "En realidad, en España nada es casualidad. Una vez hicimos una cronología y contrastamos lo que había conseguido en los tribunales europeos y lo que han hecho contra mí. Por ejemplo, cuando gané en Alemania, inmediatamente se inició un proceso contra mí. Ganamos después en Bélgica y unos desconocidos causaron destrozos en mi oficina en una violación de domicilio. La policía, por descontado, no hace nada", ha apuntado. Boye acusa abiertamente a la fiscalía de intentar apartarlo de la defensa del president en el exilio, Carles Puigdemont. "Es una locura, pero la fiscalía intenta presionarme para que deje de defender a exiliados políticos y para que me dedique a otras cosas. Pero yo no solo defiendo a los exiliados políticos. Llevo entre 300 o 400 casos diferentes. Y la mayoría son con una complicada trama política. Intentan impedir que sea abogado defensor", dice.

El futuro de Puigdemont

El abogado también aborda el futuro de Puigdemont y las próximas sentencias judiciales europeas, y se muestra optimista con ellas. "Creemos que las audiencias del 24 y 25 de noviembre fueron bien. Estamos bastante satisfechos. Pero ahora tenemos que esperar a la decisión, que llegará en algún momento a finales de febrero o principios de marzo. Me cuesta imaginar que no estén de acuerdo con nosotros. No solo porque tengamos razón, sino porque lo que hemos defendido en el caso Puigdemont es el futuro de la UE. ¿Por qué? Muy sencillo, porque ahora existen países en la UE que no son del todo democráticos. Y si no conseguimos justicia, significa que cualquier eurodiputado de una minoría de estos países, o de un partido de la oposición, puede tener los mismos problemas que Puigdemont y sus compañeros. Al fin y al cabo, defendemos una Europa mejor, defendemos una Europa donde se defienda la ley, una Europa democrática. Y no puedo imaginar que el Tribunal de Justicia de la UE no nos dé la razón", admite.

Boye también habla de la contradicción que crea que a él lo espiaran con el programa Pegasus, cuando es el abogado de Puigdemont. "Me espiaron. Un juez del Tribunal Supremo autorizó que el servicio secreto español —CNI— me espiara. Este juez me hizo espiar por la mañana y por la tarde se tuvo que pronunciar sobre las alegaciones que presenté por el presidente Puigdemont y su Govern. Es un error sistémico. España sufre un defecto sistémico. El mismo juez que autoriza que me espíen no puede decidir sobre mis alegaciones por la tarde", subraya. Y se queja de la impunidad. "Piensan que eso es normal. Y afirman que la ley lo permite. Sí, por descontado. ¿Y en Irán? La ley también permite muchas cosas allí. También en Turquía la ley permite muchas cosas. Pero eso no significa que sea correcto, no significa que sea compatible con la legislación europea. Solo significa que tienen una ley que permite esta bestialidad", concluye.