El primer ministro belga, Charles Michel, se ha apartado esta mañana del guión europeo oficial sobre la crisis entre Catalunya y España y ha abierto una puerta a la mediación "europea o internacional", afirmando que se plantearía esta opción en caso de que fracase el diálogo entre la Generalitat y el Gobierno español.

Este primer paso de abrir una brecha en la mediación se aleja significativamente del discurso oficial de las instituciones europeas, que han eludido reiteradamente asumir el papel de mediadores.

"Sólo si constatáramos un fracaso definitivo del diálogo debería plantear la cuestión de una mediación internacional o europea", indicó Michel en una entrevista concedida al diario francófono Le Soir y al flamenco De Standaard. Con todo, ha evitado responder a la pregunta de si habría un reconocimiento de Bélgica a Catalunya en caso de que ésta se independice de manera efectiva.

Condena de la violència

En la entrevista, Michel condena sin paliativos la violencia policial desatada el 1 de octubre. De hecho, fue uno de los primeros en hacerlo ya aquel mismo domingo a mediodía y hoy revela que recibió felicitaciones de otros colegas europeos por su posición clara contra las acciones represivas de la Guardia Civil y la policía española.

Según la opinión del primer ministro belga, "el sentido común quiere que haya diálogo". "Hay una guerra de nervios que se tiene que detener en un momento dado para abrir paso al diálogo político", ha comentado, y ha recordado además que la propia Comisión Europea ha solicitado diálogo para encontrar una solución a la situación.

No obstante, el Ejecutivo comunitario ha rechazado cualquier petición para actuar de mediador entre el Gobierno español y el de Catalunya, al considerar que esta situación se trata de un "asunto interno" de un Estado Miembro que tiene que resolverse según el orden constitucional español.

Catalunya pone a prueba Europa

Para el político liberal, la crisis en Catalunya "pone a prueba Europa". "Es una crisis institucional y política en un país que pone en juego cuestiones fundamentales, la expresión de un voto, opiniones, el uso de la fuerza", ha indicado. En cualquier caso, "nuestros consejeros diplomáticos están en contacto permanente para explicar nuestra posición, con el fin de evitar interpretaciones erróneas," ha apuntado.

Preguntado por si Bélgica reconocería un hipotético Estado catalán si se independizara, Michel ha dicho: "Hay cero posibilidades de que responda a una cuestión que no se ha planteado. No pondré las cosas todavía más complicadas".

Sobre la posibilidad de que la situación en Catalunya pueda "contaminar" otras regiones de Europa, el primer ministro belga ha dicho que "es necesario el diálogo para evacuar las frustraciones". "Cuando las frustraciones duran años sin ser resueltas, tarde o temprano hay una factura política que pagar", ha expresado.