Los expertos informáticos asumen los riesgos ante el ciberespionaje del Estado. El desarrollador de 'blockchain' catalán, Jordi Baylina, y una de las víctimas del CatalanGate, dice vivir con la certeza de que "vive" con el "móvil espiado". Así lo expresó el experto en el programa Preguntas Frecuentes de TV3 ayer por la noche, donde aportó a su testimonio como independentista espiado y su experiencia profesional sobre el espionaje con software como el Pegasus. "En mi caso, he asumido que vivo con un móvil espiado. Es triste, porque al final puedo cambiar el móvil y tener uno nuevo, pero ¿qué garantía tengo que no haya una vulnerabilidad nueva en los móviles y que no me sigan espiando?", ha lamentado el programador.

Resignado

Así, parece que profesionales como Baylina no tienen hoy por hoy ninguna esperanza de poder navegar sus teléfonos móviles con la seguridad que a alguien no les vigila. En la entrevista, el programador ha explicado que sabía que era víctima del espionaje con Pegasus ahora hace unos meses, aunque lo descubrió "por casualidad" gracias a un mensaje de texto de Hacienda supuestamente falso, a través del cual el software habría infectado su dispositivo móvil. "Al final aprendes a vivir y asumir que el teléfono te lo puede estar escuchando cualquiera", concluye.

Investigado

El redactor del informe técnico que reveló el espionaje a independentistas del caso CatalanGate, Elies Campo, está investigado junto con Pau Escrich y Jordi Baylina por la Audiencia Nacional por el caso Tsunami Democràtic. Es un caso abierto en el 2019 que indaga en la creación de esta plataforma independentista, en quién la dirigía y en cómo se financiaba, entre otras cuestiones. Las investigaciones judiciales continúan bajo secreto de sumario. Campo es una de las personas que presuntamente han sido espiadas con el software israelí Pegasus, que solamente se vende a estados y que infecta el teléfono móvil del espiado sin que se entere. Según informa El Periódico, el juez que investiga la plataforma independentista no ha pedido nunca la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia en estos requisitos concretos, todo y que sí que autorizó la instalación de un programa que el rotativo no especifica. En julio de 2020, el eurodiputado de ERC Jordi Solé sospechó que le habían infectado el móvil y pidió ayuda a Campo, ingeniero de telecomunicaciones barcelonés que ha desarrollado parte de la carrera en Silicon Valley. Campo corroboró que el teléfono de Solé había sido atacado, y eso puso en alerta a otros dirigentes independentistas.