José María Aznar ha anticipado este lunes que si Israel "no gana bien" su guerra contra Hamás puede ser el primer paso hacia una tercera guerra mundial, con fuego abierto dentro de Europa. Así se ha pronunciado el expresidente del Gobierno en un acto organizado por su fundación, la FAES; una jornada sobre la guerra en Ucrania y su relación con la crisis del Oriente Medio. El exlíder del PP ha criticado la política interna y exterior de los Estados Unidos, ha alertado de la peligrosidad de Irán; y, sorpresa, ha rechazado pronunciarse sobre la ley de amnistía cuando se le ha ofrecido en bandeja la oportunidad para hacerlo. Todo el acto ha sido enfocado a las relaciones internacionales y la amenaza constante de la guerra.

Así, durante su intervención, Aznar ha abierto la puerta a una no muy lejana tercera guerra mundial. Ha señalado que es "absolutamente esencial que Israel gane la guerra" contra los palestinos y que "la gane bien". "Eso no solo implica acabar con Hamás, sino también garantizar la seguridad" en la región, ha señalado el expresidente del Gobierno. Y ha apuntado a consecuencias tangibles dentro del territorio español: ha asegurado que si el país de Benjamin Netanyahu no gana, "la próxima guerra se producirá dentro de las fronteras próximas a Europa, y después en las fronteras más débiles de Europa", ha afirmado sin querer entrar en más detalles, en referencia evidente al estado español.

Aznar ha aparecido en este acto de la FAES al día siguiente de hacer acto de presencia —de la mano de Mariano Rajoy— en el enésimo acto del PP contra los pactos del PSOE con el independentismo. Una concentración en la madrileña plaza de España que congregó a unas 45.000 personas, que hicieron alabanzas al juez Manuel García-Castellón, perseguidor con el delito de terrorismo de Tsunami Democràtic, CDR, Carles Puigdemont y Marta Rovira. Sorprendentemente, sin embargo, este lunes ha rechazado abordar esta cuestión.

Rechaza pronunciarse sobre la amnistía

Aznar ha sido preguntado por el moderador del acto sobre el estado de derecho en España, y sobre la impunidad de algunos políticos, refiriéndose explícitamente a Carles Puigdemont. A pesar de ser una pregunta evidentemente encaminada a dejar vía libre a Aznar para decir de todo sobre los pactos entre Pedro Sánchez y el independentismo, no lo ha hecho. Ha reconocido que el Estado tiene un "problema territorial" a consecuencia del "separatismo puro y duro". Y se ha hecho eco de la trama rusa del Procés, señalando sencillamente que "ahora mismo hay el debate sobre en qué punto ha habido intervención rusa en Catalunya", cuando se ha referido a la intención que tienen las autocracias de desestabilizar las democracias occidentales.

El pasado mes de septiembre, cuando Pedro Sánchez todavía no se había pronunciado sobre la amnistía, pero ya se daba por hecho que sería una contraprestación del PSOE a Junts y ERC para conseguir su investidura, Aznar la dijo grande. Pidió repetir un "basta ya" contra la política del presidente del Gobierno con el independentismo; una comparación directa entre este movimiento político y el terrorismo de ETA. Tachó esta ley "de autodestrucción constitucional", acusó al líder socialista de haber "perdido la cabeza" y señaló que una norma que reparara la persecución judicial a independentistas implica "invitarlos a volver a organizar un referéndum.