Como ya pasó cuando la concejalía de Cultura de Borriana, en manos de Vox, anunció que cancelar todas las suscripciones de revistas en catalán, la decisión de censurar los libros LGTBI+ de la biblioteca municipal también ha quedado en papel mojado. Jorge Monferrer Daudí, el alcalde del PP del municipio, ha asegurado que "no se censurarán ni retirarán libros de las estanterías" de la biblioteca municipal, donde "siguen y seguirán estando exactamente los mismos contenidos".

En Borriana, el PP gobierna conjuntamente con Vox, pero en este caso, quieren tomar distancia. Monferrer ha señalado que no comparte las afirmaciones del concejal de Cultura de Borriana, Jesús Albiol (Vox), que ordenó retirar inmediatamente todos los libros de temática LGTBI con "contenido sexual" del área infantil y juvenil de la biblioteca municipal para "proteger a los menores de contenidos pornográficos" y "escandalosos". El alcalde ha manifestado en un comunicado que el Ayuntamiento "gobernará para todo el mundo, sin distinción y ningún tipo de exclusión, nadie será discriminado por su manera de pensar o por su manera de sentir|oír", y que el gobierno municipal de PP y Vox "siempre cumplirá la ley".

Según Monferrer, están centrados "en los problemas cotidianos de los vecinos y en los puntos de unión de los partidos que conforman el equipo de gobierno en beneficio de Borriana", y el gobierno local tiene "una hoja de ruta clara y una visión de futuro para el municipio".

Los libros LGTBI+ lejos de la zona infantil: la propuesta de Vox

Vox quería retirar los libros infantiles de educación sexual, los cuales ya se hacen enfocados a un público menor, que reflejan la diversidad sexual, tildándolos de pornografía. Legalmente, pretenden amparase en el artículo 20 de la Ley 4/2011, del 23 de marzo, de Bibliotecas de la Comunidad Valenciana. En este artículo se recoge que libros con contenidos en materia de diversidad sexual, de género o de desarrollo sexual tienen que permanecer en una sección específica y no en espacios al alcance de menores de edad, como sucedía hasta el momento.

Al fin y al cabo se pretendía hacer bajo la bandera de la protección a la infancia. "Es nuestro deber proteger a los menores, los más vulnerables, y apartarlos de libros con contenidos que podríamos catalogar como pornográficos y que no son adecuados para su edad", ha sentenciado Albiol, quien ha añadido un ataque hacia las formaciones de izquierdas: "la izquierda ha pretendido durante estos años pervertir a los menores con unos libros escandalosos con contenidos sexuales explícitos que por nada son educativos; unos textos que se han introducido tanto en las bibliotecas de los colegios públicos como las bibliotecas municipales".