La entrevista de Artur Mas con El Nacional se hizo cuando todavía se desconocía el desenlace final del debate de investidura en el Congreso de los diputados. A pesar de ello, Mas se muestra convencido de que Pedro Sánchez no aportará la respuesta al pulso independentista, pero defiende que el mejor escenario para Catalunya es "un PSOE más débil con Podemos en el gobierno que lo condicione". Por lo que respecta a la política catalana, defiende buscar acuerdos con el PSC y advierte que "la convivencia y la cohesión requieren que también desde la política se pueda pactar entre bloques". En este sentido y ante la polémica provocada por el apoyo de JxCat al PSC en la Diputación de Barcelona, advierte que "si ERC puede pactar con el PSC, JxCat también". "No puede ser que haya una Esquerra libre de pecado para pactar con el PSC y un JxCat pecaminoso por hacer exactamente lo mismo", advierte.
Defendió una abstención en la investidura de Pedro Sánchez, pero el candidato del PSOE el primer día del debate ya demostró que no tenía ningún interés en el voto de JxCat...
La defendí siempre y cuando hubiera un acuerdo entre PSOE y Podemos. En caso de que sea así la sigo defendiendo. Nuestros intereses pasan porque haya en Madrid un gobierno condicionado. Un gobierno entre el PSOE y Podemos está condicionado a la agenda catalana. Un gobierno del PSOE solo es un gobierno no condicionado, mucho más cerca del 155, de la no solución. Y un gobierno de los tres de la derecha y la ultraderecha todavía peor, es incendiario con respecto a Catalunya. Por lo tanto, mi apuesta es simplemente para proteger nuestros intereses como país y proyecto soberanista. Y nuestros intereses pasan porque en Madrid haya un gobierno que cada día tenga que tener debates y equilibrios internos y que no pueda hacer cualquier cosa en relación a Catalunya y sus instituciones.
No espero grandes movimientos a favor de la solución por parte de Sánchez. Sé que no vendrán, no quiero ser un iluso
De momento, sin embargo, Sánchez ni siquiera habló de Catalunya en su intervención en el debate.
Sí, pero atención, una cosa son los movimientos a favor y otra los movimientos en contra. No espero grandes movimientos a favor de la solución por parte de Sánchez. Sé que no vendrán, no quiero ser un iluso.
¿Pues qué espera?
Lo que espero es que no haya agresiones más importantes en el futuro. Y sé que el hecho de que Podemos forme parte del gobierno es una cierta garantía de que el PSOE tendrá que ir con cuidado con según qué agresiones a Catalunya.
Lo mejor para nosotros es un PSOE más débil con un Podemos en el gobierno que lo condicione
¿Por lo tanto, todo lo que se puede esperar es que no vaya a peor la situación?
Es que puede ir a peor. Con un PSOE más solo y más grande o los tres de la derecha y la ultraderecha, esto va a peor. Los tres de la ultraderecha quieren aplicar el 155 desde el primer día y de manera permanente. Ya nos han avisado. Después no nos escandalicemos si pasa. Y el PSOE solo, ya formó parte del bloque del 155. Lo mejor para nosotros es un PSOE más débil con un Podemos dentro que lo condicione. Eso nos ahorrará algunas agresiones de cara al futuro. Y nos dará tiempo a nosotros, al proyecto propio de país y al proyecto soberanista a rehacer cosas y a recomponer determinadas estrategias.
Realmente no parece muy optimista con el gobierno de Pedro Sánchez...
Yo no espero la solución definitiva de este gobierno. Si la solución definitiva hemos convenido que es un referéndum y el ejercicio del derecho de autodeterminación, ¿alguien se cree que realmente eso lo hará el gobierno de Sánchez? Eso es un desconocimiento total de lo que puede llegar a pasar en España.
¿Se trata, pues, de esperar a ver si hay un gobierno más receptivo?
No. Nosotros tenemos que hacer nuestro propio trabajo en casa. No tenemos que tener la vista puesta en Madrid. En Madrid tenemos que estar porque todavía estamos dentro de un sistema legal que es el Estado español y las cosas que pasan allí nos afectan. El tema de fondo es: ¿el proyecto soberanista catalán tiene hoy la consistencia o la fuerza necesaria para desatar Catalunya del ordenamiento político español? Y si la respuesta es sí, yo ya me apunto. Pero resulta que la respuesta es no. Y si no tenemos esta fuerza en este momento, ganemos tiempo, recompongamos estrategias, reafirmemos nuestras mayorías sociales, mejoremos las alianzas internacionales, construyamos consensos de país importantes en las cosas fundamentales...
Sin embargo, más allá que haya más represión o no, ya hay una muy contundente, hay presos, una sentencia pendiente... ¿Aquí tampoco se tiene que esperar nada del gobierno español?
Yo creo que antes de la sentencia no. Tocando de pies al suelo. Con un gobierno condicionado con Podemos dentro podemos esperar que después de la sentencia haya algún margen de diálogo para mejorar la situación de la gente que está en la prisión. No digo la garantía que los saquemos de la prisión. Ojalá fuera así. Digo algún margen de diálogo. Y con un gobierno del PSOE con Podemos dentro, condicionando la actuación. Eso es lo que les da más miedo. Tenemos que ser audaces e inteligentes. Lo que da miedo al PSOE, como se está demostrando, es tener a Podemos dentro. Por lo tanto, nosotros tenemos que apostar para que haya este gobierno.
La cohesión y la convivencia en Catalunya requieren que también desde la política se pueda pactar entre bloques
La política de alianzas también está en el ojo del huracán en Catalunya. El apoyo de JxCat al PSC en la Diputación de Barcelona desembocó en una crisis entre las fuerzas independentistas. usted lo ha defendido aquel acuerdo...
Lo defiendo por cuatro razones. La primera es porque la cohesión y la convivencia en Catalunya requieren que también desde la política se pueda pactar entre bloques, entre partidos que están en bloques diferentes. Eso es una razón de país, fundamental. El único partido que está en el bloque del unionismo con el cual se puede llegar a algún pacto es con el PSC, no se pueden llegar a pactos ni con Cs ni con Vox ni con PP. El PP en Catalunya ya es residual; Cs no, pero es el gran verdugo, no hay nada que hacer; y Vox no digamos.
Ha dicho que había cuatro razones para defender el pacto con el PSC...
La segunda razón es que tenemos que intentar sacar algún día al PSC del bloque del 155. Eso es fundamental. Que PP y Cs y Vox se quedarán en el 155 está cantado, pero que el PSC se tenga que quedar para siempre no está tan cantado. Y también es trabajo del mundo soberanista ir sacando al PSC de este bloque. Es otra cosa que conviene a nuestro país. La tercera razón es que en Catalunya tenemos que rehacer consensos de país básicos que no pasan por la independencia, que pasan por la defensa del sistema educativo, el uso del catalán, por los grandes pactos nacionales que se han hecho en este país los últimos años. Estos consensos de país los tenemos que proteger. Y el PSC aquí es un actor con el cual nos tenemos que entender. Un PSC que, por otra parte, tiene un reconocimiento a través del voto explícito, en el área metropolitana de Barcelona, por ejemplo. Forma parte de esta Catalunya real. El PP es residual, pero el PSC, no. Se ha demostrado en las últimas municipales.
No puede ser que haya una ERC libre de pecado para pactar con el PSC y un JxCat pecaminoso por hacer lo mismo
¿Y la última razón?
La última razón, es más táctica, pero también se tiene que tener en cuenta. Si ERC puede pactar con el PSC, JxCat también. No puede ser que haya una Esquerra libre de pecado para pactar con el PSC y un JxCat pecaminoso para hacer exactamente lo mismo. Y, por lo tanto, desde el primer día se tiene que dejar claro que eso no puede ser de esta manera.
Precisamente, ERC demostró su enfado por este acuerdo porque ellos aspiraban a la presidencia de la Diputación...
Exactamente igual que JxCat lo puede demostrar por habernos quitado el Ayuntamiento de Sant Cugat, Figueres, Tàrrega..., y hasta 26.
Pero en el caso de la Diputación de Barcelona, un ente supramunicipal con un presupuesto importante, provocó mucho más ruido...
No era por eso. Era porque afectaba a ERC, que aspiraba a tener la presidencia. Si hubiera afectado a JxCat no habría habido ruido. A mí me hace mucha gracia: de la Diputación Barcelona no se habla nunca, y ahora resulta que era lo más importante de todo. El problema es que ERC aspiraba a tener la presidencia y esta vez no la ha tenido. Si hubiera aspirado JxCat y hubiera pasado exactamente, no se hubiera hablado.
Pues, por la razón que sea, incluso Elsa Artadi dijo que la unidad del independentismo había tocado fondos...
Pero no por la Diputación de Barcelona.
En este momento entre JxCat y ERC no hay un plan estratégico para continuar con el proyecto soberanista
¿Por qué, pues?
Si se ha tocado fondos será por otra cosa. Será, porque en este momento entre JxCat y ERC no hay por ejemplo un plan estratégico para continuar con el proyecto soberanista, al menos que sea conocido. Eso sí es un tema de fondo, y no la Diputación de Barcelona, que tiene un montón de razones para ser defendida.
También se podía haber hecho un pacto entre JxCat y ERC, como propuso Esquerra para impedir el acuerdo con el PSC...
Siempre y cuando este pacto hubiera sumado aquello que no sumaba. Me hizo mucha gracia cuando ERC incluso ofreció la presidencia de la Diputación a JxCat. Cuando ofreces una cosa que no depende de ti es facilísimo. ¿Quién nos garantiza que la Diputación de Barcelona no hubiera acabado exactamente igual que el Ayuntamiento de Barcelona, con una presidencia en este caso para el PSC, con los comunes y con los votos de Cs? ¿Qué garantía se nos daba de que eso no hubiera pasado? Ninguna. Pero esta es sólo la cuarta razón para defender el pacto con el PSC. Las más importantes son las primeras. La cuarta forma parte de la batalla política ordinaria, pero las tres primeras son las que dan visión de país.
ERC, legítimamente, decidió no repetir JxSí. Pero no puedes decir no a la unidad y después quejarte por la falta de unidad
Quizás con un acuerdo de fondo del independentismo, estos conflictos no provocarían un descalabro de estas dimensiones. ¿Por qué no es posible este acuerdo?
Yo también me lo pregunto. Yo, que la apuesta por la unidad la hice hasta las últimas consecuencias. La única operación electoral conjunta que se ha hecho en este país en muchas décadas dentro del mundo soberanista es JxSí. Era una apuesta por la cooperación no por la confrontación. Pero alguien decidió que JxSí no repitiera y este alguien no fue nadie de JxCat, no fue el president Puigdemont, fueron otros. Y estos otros después se quejan de la falta de unidad. Si ellos mismos la han fomentado desde el primer momento, diciendo que no querían ningún tipo de repetición conjunta electoral, ahora pagamos el precio de eso, el precio es que pasan las cosas que pasan y que se ha perdido la alcaldía de Barcelona pudiendo tenerla. Pero eso no es porque JxCat haya decidido no hacer estas operaciones unitarias, ha sido porque la dirección de ERC, legítimamente, ha decidido que no las quiere hacer. Sin embargo, no puedes decir no a la unidad y después quejarte por la falta de unidad.
En esta travesía o llegamos a puerto juntos, o nos irá mal en todos juntos
Eso parece muy difícil de volver a recuperar...
No es imposible. Cuando se den cuenta de una cosa que es elemental, que es la que yo vi claramente el año 2015, que en esta travesía o llegamos a puerto juntos, o nos irá mal a todos juntos.
Pero hay muchas heridas abiertas...
Hay en todas partes. Pero la capacidad de la política y de los políticos es precisamente, no tanto curar estas heridas, sino hacer abstracción. No se puede estar todo el día pendiente de las heridas abiertas. Si yo hubiera estado todo el día pendiente en mi trayectoria política de las heridas abiertas, ahora no me expresaría en los términos en qué me expreso, en el sentido de poder pactar con el PSC algunas cosas o de haber hecho operaciones con ERC tan importantes como JxSí. Porque todos estos partidos en su momento pactaron entre ellos para que nosotros, ganando las elecciones, nos quedáramos en la oposición. Los tripartitos fueron eso. Pero yo no estoy amargado por eso, con rencor permanente. No tengo la herida abierta siempre. Tengo memoria, tengo recuerdo, y eso te da experiencia, guía, cartografía para poder defenderte en el mundo de la política y para no convertirte en un ingenuo o en un hiperconfiado. Pero no te lleva tampoco a pensar que, porque estas heridas existen, acaban imposibilitando cualquier tipo de relación. Eso es un absurdo.
También ha habido voces críticas dentro de JxCat con este acuerdo con el PSC, desde el entorno de Puigdemont. Se ha dicho que el presidente tenía reticencias...
A mí me han dicho que el president Puigdemont, desde el primer día, lo bendijo este pacto. Es lo que me llegó. No me lo dijo él directamente.
En cualquier caso, su entorno más próximo dentro de JxCat no ha dejado ningún tipo de duda sobre su oposición. ¿Teme que esta estrategia pueda provocar una escisión dentro de JxCat?
Espero que no. Al revés, espero que haya una fusión, no una escisión, una soldadura de todo. No una ruptura. Sería malo para el país y para el proyecto soberanista. Para las dos.