El periodista Antonio Baños ha comparado al nuevo alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, con el funesto rey Felipe V, y lo ha presentado con un retrato boca abajo como la pintura que hay del Borbón en Xàtiva (La Costera). "Barcelona no tiene rey, ni quiere a sus lacayos", ha indicado Baños con rotundidad.

Esta es la imagen de Felipe V en el museo de bellas artes de Xàtiva, que está en esta posición porque el monarca incendió la localidad durante la Guerra de Sucesión. Por ello también a los habitantes de Xàtiva se llaman "socarrats".

Felipe V patas arriba|boca abajo Xàtiva Museu
Felipe V patas arriba|boca abajo Xàtiva Museu

Collboni ha conseguido desplazar de la alcaldía al ganador de las elecciones, Xavier Trias, después de un pacto entre el PSC, los comunes y el PP, que han dado, su apoyo|soporte a la investidura del dirigente socialista. La inclusión de los comunes y del PP en un mismo acuerdo parecía muy difícil, pero los comunes han facilitado las cosas retirando su candidatura a la alcaldía, apostando por la de Collboni, y además renunciando a seguir en el gobierno municipal. Con eso han facilitado que el PP diera a los socialistas la alcaldía de Barcelona.

La retirada de Asens

 

El pacto entre el socialista Jaume Collboni, la hasta ahora alcaldesa Ada Colau y el popular Daniel Sirera se ha producido un día después que el hasta entonces cabeza de lista d'En Comú Podem, Jaume Asens, anunciara que se retiraba de la política institucional e informaba de que no contribuiría a las elecciones. Se desconoce si Asens conocía la maniobra con el PP en Barcelona, pero el caso es que su renuncia se produjo menos de 24 horas antes.

En el Ayuntamiento, el nuevo alcalde Collboni gobernará la ciudad con 10 concejales, la cifra más baja que ha tenido nunca un alcalde de Barcelona. "Con 10 concejales es del todo imposible gobernar la ciudad de Barcelona", ha reconocido la misma Colau. Cuando la exalcaldesa ha asegurado que no había participado en ningún pacto, el Salón de Cien se ha llenado de protestas.

Barcelona, doce años después, vuelve a estar gobernada por el PSC con el apoyo|soporte del PP, partido que ahora naturalmente pasará a ser demonizado por los socialistas en la campaña de las elecciones generales.