La consellera de Exteriors, Victòria Alsina, ha manifestado en una entrevista en un canal de televisión israelí internacional, que la polémica votación que efectuó el Parlament catalán de una resolución en la cual acusaba a Israel de practicar el apartheid "no es la posición del gobierno catalán ni tampoco la posición de los catalanes". La resolución fue aprobada en junio con los votos de ERC, el PSC, los comunes y la CUP, y así el Parlament se ha convertido en el único legislativo de Europa que se ha pronunciado en estos términos. Vox y Ciudadanos se abstuvieron, mientras que Junts votó en contra.

"Yo quiero remarcar que las relaciones entre Israel y Catalunya son de siempre muy buenas. Aquel día de la votación yo estaba representando a Catalunya en el exterior, y recuerdo que telefoneé al embajador de Israel y le dije que en ningún caso eso era la posición de Catalunya ni tampoco de la población catalana", ha indicado. Según la consellera, las relaciones entre los dos países son muy buenas y con su viaje ha intentado fortalecerlas. Ha recordado que los dos países "están en los dos extremos del Mediterráneo y tienen mucho en común".

La aprobación de la resolución provocó malestar en la red entre grupos simpatizantes de Israel, y también intelectuales. La Associació Catalana d'Amics d'Israel (ACAI) afirmó que "esta animalada convierte el Parlament de Catalunya en el hazmerreír de Europa, y en la demostración de que Catalunya no es nada más, ni será nada más, que una simple y vulgar región de España". "Culpamos de esta aberración a ERC, que preside el Govern, y al PSOE, por hipócritas. Que los socialistas se apunten a perjudicar las relaciones de Catalunya con Israel, siendo que tienen el Estado español con plenas relaciones con Israel, y un parlamento español donde nunca harían lo mismo, se entiende. Que lo haga el partido que preside Catalunya, es simplemente increíble", añadió.

En Gaza no existe presencia israelí desde la retirada que ordenó Ariel Sharon, y en Cisjordania (Judea y Samaria) hay tres regímenes diferentes A, B y C pactados en los acuerdos de Oslo. Las zonas A son las grandes localidades y están controladas por la Autoridad Palestina, y no permiten entrar a los israelíes. La zona C son los asentamientos de Judea y Samaria, que están bajo control civil y militar israelí y no permiten entrar a los palestinos. Y las zonas B son mixtas, con control civil de la Autoridad Palestina y militar de Israel. En la práctica y con las permanentes tensiones entre las partes, todo este territorio es un laberinto y no desde el siglo XX sino desde la antigüedad.